Acogedora y hogareña, ‘La House’ se ha proyectado como un refugio que aleje a sus habitantes de la dinámica y estresante vida del centro de la ciudad. Ubicada a las afueras de Pristina, capital de Kosovo, en mitad de la naturaleza el sonido del agua del rio y el cantar de los pájaros son los únicos agentes que rompen esta idílica atmósfera.
La vivienda, de 200 m2, se adapta por completo a los cuatro miembros de la familia los cuales comparten una gran pasión por la naturaleza y el ciclismo. De hecho, tal es la importancia de este último que las bicicletas ocupan un lugar privilegiado en la casa con lo que el estudio encargado de la reforma, Muza Interior, denomina “Sculpture in motion”.
Los hobbies de la familia se funden con un estilo minimalista, deseo expreso del cliente, que únicamente se ve alterado por la presencia de elementos en madera y algunas plantas. La luz natural, que impera en toda la vivienda nos ayuda a maximizar este efecto desde todos los ángulos.