La planta baja de la Casa Burés, una de las joyas del modernismo catalán, acoge una residencia audaz y singular. Un proyecto sofisticado y burgués que combina a la perfección la arquitectura tradicional con el diseño contemporáneo. Tras de sí, se encuentra el trabajo de la reconocida diseñadora de interiores alemana Kirsten Schwalgien, quien ha rebautizado este espacio bajo el nombre de LoftBuresQ, galardonado internacionalmente con premios como el German Design Award.
La tarea de Kirsten Schwalgien no era cualquiera, sino que requería de destreza y cuidado al transformar respetuosamente un espacio cargado de valor histórico. La Casa Burés, que se encuentra en pleno distrito del Eixample de Barcelona, fue originalmente encargada por el magnate textil catalán Francesc Burés en 1905 y construida por Francesc Berenguer, socio de Antoni Gaudí.
Pasear cerca del edificio y adentrarse en su interior nos lleva a un viaje por su llamativa fachada, entrada ornamentada, techo de vidrieras y un escalera esculpida en piedra tallada. Con todas estas características tan destacadas, en 2014 fue comprado por Bonavista Developments y convertido en 26 apartamentos residenciales. Y es ahí donde encaja la mirada de Kirsten Schwalgien Design, quien recibió el encargo de convertir el apartamento de la planta baja en una elegante residencia con un aire masculino y atemporal. Y, desde luego, lo consiguió a la perfección.
Sofisticado, burgués, modernista. Lo tiene todo, además de un diseño exclusivo en cada una de sus estancias. Pero no siempre fue tal y como luce ahora. Antiguamente el piso de la planta baja de 240m2 era el lugar donde se alojaban los carruajes de la época y donde se almacenaban los productos agrícolas. En la actualidad, se ha transformado en un loft de dos dormitorios con una distribución versátil y abierta que mantiene los elementos icónicos de su pasado, como lo exige el Departamento de Patrimonio Arquitectónico de Barcelona, pero también en línea con la propia filosofía de Schwalgien.
Detalles de diseño experimentales realizados a medida
Pero ¿qué queda de lo que fue? Los carruajes ya no forman parte del decorado de la estancia. Por el contrario, se mantienen ciertas características que nos acercan a principios del siglo XX. Por ejemplo, el diseño actual mantiene la puerta de madera original cuidadosamente restaurada y todas las vigas y pilares permanecen descubiertos, sosteniendo el techo (abovedado) y conservando la típica "Volta Catalana".
Lo que no falta en este edificio es la luz natural cubriendo todo el loft. Una secuencia de ventanas industriales aseguran el aislamiento y permiten que entre la luz natural, tan importante en las construcciones arquitectónicas modernistas.
"Para mí, es muy importante utilizar materiales duraderos y envejecidos con gracia, tanto por su sostenibilidad como porque te permiten proporcionar diseños con estilo y carácter propio mediante materiales puros". - Kirsten Schwalgien
El elemento común en los proyectos de diseño de Kirsten Schwalgien es la personalización; casi todos los muebles se han diseñado a medida para que coincida con el estilo de vida y la estética personal del cliente, así como con el contexto del espacio. Schwalgien trabaja con materiales naturales tanto como sea posible, haciendo hincapié en resaltar sus características únicas inherentes, un proceso que da como resultado lo que ella llama "belleza no convencional".