De objetos secundarios a accesorios imprescindibles. Contar con un jarrón especial es un síntoma de que tu radar ‘deco’ funciona bien, ya que son parte de la decoración de interiores actual. Modernos, clásicos, estilizados o con sugerentes formas curvas se adaptan a cada estilo, aportando siempre su toque. Realzan la mesa de comedor, aportan magia a un rincón, completan el ‘look’ de una mesita auxiliar y todo ello sin perder su esencia: dar una pincelada de optimismo y color. Para que todo funcione, jarrones y flores deben ser una pareja perfecta. Es decir, ir en sintonía de manera que ante un arreglo floral barroco nada mejor que un acompañante simple y al revés, ante un ramo minimalista, su partenaire puede ser el centro de atención. Cerámicos, metálicos y de cristal, se pintan de colores o de efectos, aunque los transparentes o los de tonalidades blancas actúan como comodines y pueden dar mucho juego en cualquier situación.
Eso sí, para que su poder sea total las flores siempre deben estar perfectas. Si quieres que duren bonitas hasta 3 o 4 semanas, desde Interflora nos dan estos consejos:
- Cambia el agua del florero cada 2 días y añade un poco de azúcar (¡has leído bien!).
- Córtales el tallo 1 cm cada tres o cuatro días para que absorban mejor el agua, ya que el poro tiende a taponarse con el paso de los días y no deja que pase.
- Evita ponerlas en corrientes de aire pronunciadas.
- No las expongas al sol directamente, especialmente en verano.