Guardar todos nuestros zapatos en casa no es una tarea fácil. Las deportivas, los zapatos planos, los tacones, las sandalias, los botines, las botas, las manoletinas... ¡menudo caos! Y nos gusta que no queden a la vista, pero ¿cómo lo conseguimos? Organización y espacio, aunque este último requisito es menos indispensable si tenemos imaginación.
Muchas veces nos quejamos por la falta de espacio, sin saber todo lo que realmente podríamos conseguir aprovechando correctamente nuestros útiles metros, por pocos que sean. De hecho, esto es más evidente en el caso de los zapatos, ya que podemos colocarlos en cualquier rincón de nuestro hogar con la ayuda de un zapatero.
Mantener el orden en casa
Este es uno de los motivos principales por los que no deberíamos prescindir de un zapatero. Si podemos guardarlos todos bien y lograr que cada cosa esté en su lugar, no tendremos nada por el medio molestándonos. Además, si creamos un hábito, nunca más carecerá de orden nuestro hogar.
¿Dónde colocarlos?
Suelen colocarse en el recibidor o en el dormitorio porque son los lugares en los que nos ponemos y nos quitamos los zapatos. De este modo, resultan muy funcionales y prácticos, y tendremos todo a nuestro alcance. Sin embargo, pueden verse en otras estancias del hogar, asombrándonos y rompiendo todos los esquemas.
¿Cómo integrarlos en la decoración?
Dejando atrás la imagen del tradicional zapatero, queremos ir más allá y proporcionarte algunas ideas diferentes y originales para que las pruebes en casa y sorprendas a todos tus invitados. Olvidarás la antigua concepción de esconder los zapatos para que no sean vistos, como ya hemos dicho anteriormente.
Asimismo, aunque no lo creas, existen diferentes alternativas para conseguir que se adecuen perfectamente al espacio y a la decoración de nuestro hogar. Incluso, algunos podrían llegar a resaltar y ser los protagonistas de la estancia.¿Estás preparada para decir adiós a los zapateros de toda la vida?