No es la primera vez que Jaime Beriestain desarrolla el proyecto de interiorismo de un hotel –por algo su figura se afianza como creador de hoteles de lujo–. En esta ocasión, ha sido H10 Hotels quien ha querido contar con Beriestain para crear la imagen del primer cinco estrellas del grupo, situado en pleno ensanche barcelonés, a dos pasos, casualmente, del propio estudio del interiorista.
La fachada, ordenada y esbelta, es una auténtica carta de intenciones, teniendo en cuenta que "debe honrar y servir al espacio interior y guardar también una coherencia con su distribución", declara Beriestain. El cobre, la piedra y el cristal visten la fachada, en serena armonía con los edificios clásicos de esta zona de Barcelona, y por la noche, una ingeniosa iluminación la transforma otorgándole volumen, color y textura.
The One Barcelona Hotel cuenta con 89 espaciosas habitaciones, de las cuales 25 son suites. En todas ellas, las obras de arte juegan un papel fundamental de la mano de Fernando Prats, potenciando la relevancia vanguardista de la ciudad en cuanto a movimientos artísticos.
A ello se suman la infinidad de detalles que tienen las habitaciones con el fin de ofrecer la máxima comodidad al huésped: cortinas eléctricas, TV inteligente, lámparas con regulación de intensidad, mesillas de noche con conexión USB, etc. Además, cada estancia cuenta con un hall de entrada privado muy especial, que incluye el recibidor y el baño, siguiendo la línea de acabados similar a las zonas nobles del hotel.
Para Jaime Beriestain, el orden, la simetría y la regularidad son como una obsesión, porque "ayudan a vivir mejor las estancias", de ahí que haya minimizado la diversidad de materiales, algo que permite dar una continuidad a los distintos espacios, crear grandes volúmenes y conferir una percepción de sofisticación y serenidad.
En cuanto al mobiliario, la mayoría ha sido diseñado por Jaime Beriestain Studio para conseguir la armonía de todos los elementos, aunque también se han incluido piezas de reconocidos diseñadores, como Antonio Cittero, Charles Eames o Gastone Rinaldo. Eso sí, las tonalidades neutras y cálidas son el denominador común, dado que The One Barcelona Hotel se presenta como un establecimiento de decoración atemporal, donde la luz natural funciona como el eje central del proyecto.
Entre los espacios comunes destaca el Sky Bar, en la terraza del edificio, con vistas excepcionales de 360º a los edificios más emblemáticos de la ciudad, incluyendo el mar Mediterráneo. Una sutil estructura de cristal permite disfrutar de este lugar también en invierno y cuando llegan los meses estivales, la piscina desbordante se convierte en el lugar más cotizado del hotel.