Nuevamente, la cadena H10 Hotels ha confiado en el conocido diseñador la imagen de su último establecimiento. Se trata del H10 Madison, ubicado junto a la Catedral de Barcelona, y nada más cruzar la puerta ya se desprende ese elegante interiorismo propio de los maestros.
Como no podía ser de otra manera, dado su emplazamiento en pleno centro histórico de la ciudad, en el corazón del Barrio Gótico y al lado del Born, el edificio es antiguo, de 1928, y en su rehabilitación se ha tratado de respetar al máximo su esencia, recuperando elementos originales.
El proyecto ha centrado la atención en esta cuestión, dando alas a la gran majestuosidad innata que desprende, de ahí que los materiales utilizados son de excelente calidad pero sin grandes ornamentaciones. Eso sí, se ha buscado en todo momento potenciar el diseño industrial barcelonés.
Como ejemplo sirvan las moquetas de los pasillos que simulan los suelos hidráulicos de los pisos barceloneses y las contraventanas de madera del atrio. Elementos elegidos cuidadosamente para ofrecer una estética determinada totalmente compatible con las últimas innovaciones hoteleras.
Así, las 101 habitaciones, completamente insonorizadas, desprenden un confort elegante, con piezas de mobiliario de materiales nobles y detalles como televisión led, control inteligente de temperatura, etc. Los huéspedes pueden optar también por las exclusivas junior suites de 32 metros cuadrados.
En los baños de las habitaciones del H10 Madison se comparte la misma pasión por los guiños industriales de Rosa-Violán combinados con materiales distinguidos y acogedores, como la madera o el mármol.
Una premisa que se repite también en las zonas nobles del hotel, como el restaurante, en esta ocasión, dando cierto protagonismo a los revestimientos de diversos acabados y texturas. Se utiliza el color verde como hilo conductor que, junto con los ocres y marrones, desprende esos aires de naturaleza, tan de agradecer en el centro urbano.