Alexandra Barcelona forma parte de la cadena de hoteles exclusivos Curio Collection by Hilton y cuenta ya con 30 años de historia a sus espaldas. Ahora, la cadena ha decidido reformar 23 de sus 116 habitaciones con un cuidado diseño de interiores en el que se fusionan piezas de diseño contemporáneo con detalles modernistas. En estas nuevas estancias se recrean ambientes acogedores propios de viviendas modernas, buscando siempre un equilibrio ambiental que les otorgue un toque de personalidad único.
El proyecto de reforma ha estado a manos de Borrell Jover y se ha centrado en la quinta planta del Alexandra Barcelona, incluyendo 14 habitaciones en el edificio actual y 9 en el edificio contiguo del chaflán de Rambla de Catalunya, un inmueble de gran riqueza espacial y con los acabados característicos de las fincas regias de principios de siglo en Barcelona.
La ampliación del hotel se llevó a cabo sobre la finca contigua, con la siempre presente intención de preservar sus interesantes elementos modernistas y combinarlos con el diseño contemporáneo. El objetivo ha sido el de respetar y preservar las molduras originales de los techos artesonados modernistas o el mosaico hidráulico existente para que aportaran a la zona ampliada la esencia y la tradición de la ciudad de Barcelona, todo esto combinado con piezas de diseño cuidadosamente seleccionadas.
Tradición y vanguardia, por una causa social
Alexandra Barcelona ha logrado plasmar en sus continuas reformas el sabor local de la ciudad condal gracias a su cuidado interiorismo y a nuevas propuestas gastronómicas. A día de hoy, se trata de un hotel cosmopolita que transmite el sabor local del estilo de vida de la gente de la ciudad en una perfecta la perfecta simbiosis entre tradición y modernidad.
La propiedad del hotel, además, siempre ha querido apoyar las causas sociales. Por ello, para esta reforma, ha colaborado con la empresa Philarthropic, consultoría de arte comprometida con el impacto social, a través del proyecto Searching, empleando el arte en las habitaciones para evocar recuerdos de la memoria colectiva familiar a través de imágenes del Mediterráneo, que se conviertan en ventanas imaginarias a este mar en el interior de cada estancia.
La colección de fotografías seleccionada cumple así con sus objetivos estéticos, mientras que con su venta se han generado fondos para una buena causa. Y es que la compra de estas obras y su posible venta posterior a clientes alojados, se destinarán a realizar sesiones de arteterapia para personas sin hogar, que padecen alguna enfermedad, o que están o estuvieron internas en centros penitenciarios, acogidas por la Obra Social Santa Lluïsa de Marillac (Barcelona). Todas las imágenes son de Verónica Escudero y que se pueden adquirir a través de la plataforma de arte www.koyac.net.
Carne al peso
La propuesta gastronómica del hotel también se ha reformado con la introducción del concepto de la carne al peso en su Restaurante Solomillo, una apuesta en la que la carne es la protagonista. Una selección de carnes de distintas razas bovinas según temporada, que se ajustan al gusto de cada comensal tanto en punto de cocción como en peso, salsas y guarniciones.
La acogedora conceptualización de los espacios de restauración y de la oferta gastronómica estuvo a cargo de Enrique Valentí.
La propuesta del restaurante es pionera en Barcelona y se basa en un establecimiento temático en el que disfrutar del solomillo como estrella de las carnes -procedente de tres diferentes razas bovinas- y ajustable a los gustos del comensal en su punto de cocción, peso y acompañamientos.
Esencia local
La Charcutería, ubicada a pie de calle, es el otro espacio gastronómico del hotel. Manteniendo la estética de una charcutería tradicional, el establecimiento dispone de terraza y en su oferta se apuesta por el embutido ibérico, por el embutido local y catalán y por los quesos de calidad, con más de 25 referencias -afinados y seleccionados por Eva Vila de Vila Viniteca- procedentes de los productores más reconocidos de nuestro país.
Aires mediterráneos
Patio es el espacio exterior del restaurante, donde disfrutar de relajantes momentos al aire libre en pleno centro de la ciudad. Se trata de un patio de manzana en pleno ensanche barcelonés, adaptado a todas las épocas del año, donde se pueden degustar las distintas propuestas gastronómicas. Su cuidado paisajismo, con plantas autóctonas de la región, junto con la piscina, hace de este patio un reducto de tranquilidad en pleno bullicio de la ciudad. La terraza dispone además de una piscina y chill out exclusivos para los clientes alojados del hotel.
Imágenes proporcionadas por Comunikare