Nuria Alía, la interiorista responsable de este proyecto, destaca por su manejo del color y la mezcla de texturas, pero también por su capacidad a la hora de adaptar su estilo a cualquier tipo de proyecto. Tal vez por ello sus trabajos están llenos de personalidad y encanto, además de ajustados como un guante a sus clientes. Los propietarios de esta vivienda lo sabían bien (Nuria ya había hecho una reforma en casa de unos familiares), conocían perfectamente su forma de diseñar interiores y la eligieron; igual que escogieron la casa, en una urbanización con zonas comunes para disfrutar con los peques y hacer realidad su sueño de formar una familia en un lugar alejado del bullicio de Madrid, aunque no muy lejos de la ciudad.
La balanza se decantó pronto, en cuanto vieron la luz natural que entra por los ventanales y la terraza, donde podrían relajarse y tener vistas a las zonas ajardinadas. No hubo reforma, “pero, con la decoración, buscaron diferenciar su casa del resto de la finca, darle personalidad, que tuviese estilo y, sobre todo, que fuese acogedora. Por ello fue fundamental proponerle muebles diseñados a medida, escogidos y pensados para ellos”, asegura Nuria Alía. Y optó por una decoración muy fresca, moderna, con algún detalle más clásico como el papel pintado de la cocina o el sofá de líneas más rectas con faldón. Pequeños guiños para que las estancias se vieran atemporales y jóvenes. También diseñó y personalizó muchas de las piezas de la casa, otorgándole un toque exclusivo. Al ser una arquitectura muy sencilla y moderna, Nuria buscó que la decoración fuese la gran protagonista, para así sacarle el máximo partido al espacio.
Retocaron el recibidor, que daba acceso directo al comedor, y para el que crearon una celosía fija de cristal, que permite ver la profundidad del espacio separando las zonas. Tampoco les gustó la cocina, la entregaban alicatada con un azulejo gris sin encanto, por lo que se propuso empapelar toda la cocina, convirtiéndose en una estancia repleta de color y muy cálida, donde a uno le apetece pasar tiempo. Hoy, con su bebé, la viven como la casa de sus sueños, con todo lujo de detalles y confortabilidad.