La gastronomía más pura y los espacios naturales se encuentran en Ovillo

El restaurante madrileño, casa del chef Javier Muñoz-Calero, se ha convertido en el protagonista de la última sesión del ciclo FoodDi en Roca Madrid Gallery, un pequeño oasis gastronómico en el centro de Madrid.

La gastronomía más pura y los espacios naturales se encuentran en Ovillo
La gastronomía más pura y los espacios naturales se encuentran en Ovillo

Saborear los ingredientes, sin adornos, ni artificios, este es el mantra de Ovillo. El restaurante del chef Javier Muñoz-Calero fue el protagonista en la última sesión organizada por Roca Madrid Gallery dentro del ciclo FoodDi en el que diseño y gastronomía se funden para ofrecernos una experiencia única. En esta ocasión, Muñoz-Calero y la interiorista Paula Rosales, de More&Co, responsable de la creación de este inigualable espacio, nos descubrieron que hay detrás de esta nave industrial reconvertida en punto de encuentro entre las dos artes.

Tal y como cuenta Muñoz-Calero, lo suyo con este espacio situado en la calle Pantoja de Madrid, fue amor a primera vista. Una conexión tan fuerte, fruto de la magia que transmite esta vieja fábrica y su esencia industrial. Lo único que se interponía entre él y su sueño de crear allí su nuevo restaurante, después de trabajar en el Circulo de Bellas Artes o Nubel, era el tema económico, algo insustancial cuando de ilusiones se habla.  

Paula quedó fascinada por la luz, el volumen y la planta de este espacio, razón quizás que le llevo a unirse al chef para darle forma a este modesto proyecto. Desde el primer momento trabajaron por mantener elementos originales de la estructura y construcción, todo desde un punto de vista donde predomina el reciclaje y la reutilización, pilares del estudio More&Co.

Huyendo de ese aspecto fabril se intentó crear un invernadero. Así, con elementos tan básicos como el metal, la vegetación y el terrazo, fueron imaginando este jardín urbano que se culminó con la proyección de una cocina versátil que les permitiera asumir diferentes funciones. “Con las cocinas nunca es suficiente, necesitarían más, pero claro te comes espacio de comensal, hay que buscar un equilibrio”, señala Paula. Por ello, eligieron mesas redondas de tamaño reducido que permitieran maximizar espacio y comensales alrededor de estas y aportando una nota de intimidad.

Un proyecto en el que el propio Javier ejerció como jefe de obras entre bocetos y deseos, huyendo de modas. Una atmósfera culminada por la historia que hay detrás de esta nave y que humaniza el idílico paisaje creado, que vio su apertura truncada por la pandemia, pero que hoy acoge a autóctonos y extranjeros para ofrecer los mejores platos tradicionales de este chef, donde priman los productos de proximidad e ingredientes de calidad tratados con la máxima pureza posible.

Sobre el autor

Noelia Chaves

Periodista

Periodista. Apasionada de la fotografía, el arte, la historia y las letras en todas sus variables. Animal audiovisual, antes trabajaba en la televisión ahora escribo para la Revista Interiores.

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