Si nos adentramos en la provincia de Girona, más concretamente en la comarca del Empordà, no solo disfrutaremos de la naturaleza y un paisaje inigualable. En esta zona encontramos una pequeña residencia que bebe de su entorno y que tras su rehabilitación se ha convertido en un enclave idílico en el que disfrutar del bosque ampurdanés.
El proyecto, obra del arquitecto Bernat Llauradó y su estudio Tallerdarquitectura, buscaba devolver al espacio la calidad y confort que se merece, con el objetivo de ser habitada por una persona de avanzada edad, que pasa su retiro en este bucólico entorno natural. Para ello, se ha buscado ampliar el volumen preexistente, anexo a una masía centenaria típica de la comarca.
Antes. Foto: Pere de Prada
“El volumen original era una construcción de escaso valor arquitectónico y constructivo”, explica Bernat Llauradó.
Aprovechando los recursos existentes, la intervención se ha basado en una pequeña extensión planteada como una ‘galería’ que mira al bosque y permite la entrada de toda la luz natural, ofreciendo una mayor sensación de apertura hacía los árboles y los campos que rodean el habitáculo. Un volumen entre la vegetación que nos permite contemplar el paisaje sin entrometernos.