Eva es una de esas diseñadoras de interiores todoterreno, de esas que te coge un proyecto y lo trabaja de principio a fin. Y es que Eva Maraver se puede encargar tanto de la concepción inicial como de la dirección y ejecución de la obra así como del diseño gráfico o de crear algunos muebles –sí, también diseña ella misma objetos que dan cuerpo a sus interiores. Esta mujer lo hace todo y todo bien.
Ha dejado su alma, estilo, estética, gusto... –en definitiva, su firma– en proyectos de interiorismo residenciales –sobre todo en San Sebastián y Madrid–, comerciales – como el restaurante Café Colón en Madrid– y para empresas.
Ya queremos conocerla más y mejor:
1. Pasado y presente. Desde muy pequeña me fascina todo lo que tenía que ver con la decoración. Me encantaba acompañar a mi abuela a comprar flores para la casa, y mi primer recuerdo es un baño rosa, dorado y negro que ella tenía en su casa.
Diseñadora de interiores por formación, tuve la suerte de que mi primer proyecto fuera un hotel, y después he llevado a cabo otros muchos: restaurantes, spas, oficinas, viviendas… Desde 2011 tengo mi propio estudio.
Ella misma. Diseña algunos de los muebles que dan cuerpo a sus interiores, como esta lámpara.
2. Autoretrato. Mi estilo es sofisticado pero fresco, expresivo y hasta con un punto teatral y optimista. Intento transmitir carácter con mis interiores. Y el color siempre está muy presente.
Me inspiran el arte, la arquitectura y la moda; en decoración, el art déco, el modernismo o los años cincuenta y setenta, más en concreto Gio Ponti, Eileen Gray, Antoni Gaudí, Dorothy Draper, Athos Bulcao, Andrée Putman, Jean-Michel Frank…
Il maestro. Butaca D 153.1 (Molteni) de Gio Ponti, uno de sus Ídolos creativos.
3. Me guía una personal santísima trinidad: la satisfacción de mi cliente, una perfecta ejecución y la belleza.
4. Mi fórmula. Soy defensora a ultranza de la mezcla, y apuesto por practicarla sin miedo, arriesgando. Combinando piedras, terciopelo y metales con artesanía, texturas rugosas y lacas. A mí me gusta combinar materiales ricos con otros más humildes. Utilizando piezas de ayer y de hoy. Y emplear gamas de color inusuales. Por supuesto, es fundamental cuidar al máximo la iluminación para crear un ambiente realmente acogedor.
Café Colón. El proyecto que le ha dado más visibilidad a su trabajo.