La palabra mediterráneo nos conduce a un paraíso con vistas al mar, al aroma a agua salada y al verdor de las plantas y flores que nos envuelven y nos llenan de alegría a partes iguales. También nos recuerda a saludable gastronomía de la costa, tan exquisita y sabrosa. Y si introducimos el concepto en la decoración, encontramos un estilo fresco, sencillo y muy especial repleto de luz, alegría e increíbles atardeceres.
El estilo mediterráneo se caracteriza por el azul y el blanco, colores que reinan en todas las estancias; aunque también predominan las tonalidades terrosas y beige. Paralelamente, la madera embellece salones, dormitorios, cocinas… Es una mezcla de frescura y calidez, potenciada por la entrada de la luz natural de los rayos del sol, que busca la integración en el paisaje.
El mar, a tus pies
Todos los elementos decorativos que nos recuerdan al mar se traducen en frescor y alegría en el hogar. Y, aunque no lo tengas cerca, te sentirás en pleno mediterráneo, como si estuvieras en las zonas costeras de Grecia, Italia, Turquía o España.
Las claves del estilo mediterráneo
Los materiales y tonalidades fundamentales ya los hemos mencionado, pero hay otros factores a considerar para conseguir crear un ambiente acogedor y natural.
Tejidos naturales: si por algo destacan sus tejidos, es por estar elaborados con materiales orgánicos, además de por su frescor y suavidad. El lino y el algodón son los grandes protagonistas en las cortinas, el sofá, la cama…
Sencillez: la decoración de interiores se basa en la sencillez, dejando atrás lo superfluo y todo lo que no es práctico. Más allá de adornos y excesos, se intenta conseguir un espacio limpio y amplio en el que la luz natural sea la protagonista. Los únicos elementos que podemos encontrar, aunque no tengan ninguna funcionalidad, son anclas, conchas, estrellas de mar y otros objetos decorativos que nos recuerdan al mediterráneo.
Materiales naturales: el mobiliario suele estar fabricado con madera, mimbre, ratán o hierro forjado, mientras que los suelos también pueden ser hidráulicos o estar hechos con barro cocido.
Plantas y flores: la vegetación y sus aromas son imprescindibles en el estilo mediterráneo. Podemos escoger entre el romero, el jazmín, la lavanda y muchas otras posibilidades.