Un proyecto de Destila Arquitectura y Zoo Studio
Cinc Sentits es un restaurante gastronómico de Barcelona con una estrella Michelín que ofrece una interpretación de la cocina tradicional catalana llevada a nuestros días de la mano del chef Jordi Artal. Este es un proyecto total, desde la creación del concepto, al interiorismo, la gestión de las obras, hasta la identidad corporativa. El nuevo local en Entença 60 cuenta con 400 metros en tres salas y una capacidad de 40 comensales.
La propuesta arquitectónica interior de Cinc Sentits pretende transportar al comensal por el recorrido vital del chef durante su trayectoria profesional, desde el campo a la ciudad, pasando por la casa del pueblo de su familia, Cal Viol, ligado con la cocina catalana de vanguardia. Los tres conceptos que se desarrollan son campo, pueblo y ciudad.
Desde los materiales rugosos y sin tratamiento, dispuestos en su estado más puro del campo, pasando por la calidez del pueblo, hasta llegar al refinamiento, luminosidad y colores claros de la ciudad mediterránea. Se crea un sistema para la disposición de los materiales en toda la intervención para unificar la propuesta, pero al mismo tiempo potenciar los elementos característicos de cada etapa del restaurante.
Ambientación de campo
El recorrido empieza con la reinterpretación de los trazos de los campos encargada de diseñar una trama para el revestimiento de las paredes, formado por pivotes de madera que simulan los árboles frutales y aportan dinamismo con las sombras que se generan. También se utilizan espejos para amplificar el espacio y la piedra de Sant Vicenç para crear un ambiente abrupto. En el centro se disponen 4 tótems de madera para degustar un aperitivo campestre.
Recuerdos de la casa de pueblo
Al lado de esta zona hay un reservado que evoca la casa del pueblo con la mesa larga del comedor, que se conecta visualmente con el show cooking y se coloca debajo de unas grandes campanas de cobre haciendo referencia a las antiguas chimeneas que aparecían en esta tipología de estancias. El espacio se diseña a partir de los elementos tradicionales más característicos de la casa de pueblo con la voluntad de transportar el comensal a la cocina de la casa del chef. Las paredes reproducen la irregularidad de las aberturas de las calles y el acabado cementoso simula las fachadas de las casas del pueblo.
Modernidad de la ciudad
Se parte de la retícula de l’Eixample de Barcelona creada por Ildefons Cerdà para la modulación y la distribución de las mesas de la sala al mismo tiempo unir las paredes del perímetro con las del patio central. Esta modulación permite enfatizar la monumentalidad del espacio, reforzar la verticalidad de los revestimientos y ganar sensación de altura interior. El techo reproduce la vuelta catalana y permite dar ritmo visual y unificar el espacio. En el punto central y para un descanso visual, se encuentra el patio interior revestido con piezas cerámicas doradas en contraposición a los colores neutros del interior y recordando a los interiores de los patios de Gaudí.