El icono que tiene ante sí el ático que hoy visitamos es un referente sin igual en la historia de la ingeniería, el puente Golden Gate que cruza la bahía de San Francisco. Toda una maravilla que no aminoró las expectativas volcadas –y más que superadas– en la reforma de este pied à terre de los años sesenta como un retiro de fin de semana minimalista y vanguardista.
Los propietarios, una pareja amante del arte y del diseño de vanguardia, confiaron el interiorismo a Isolina Mallon y a Iconno. La interiorista española, con estudio en la bahía de San Francisco desde 2012, infundió su estilo moderno a la arquitectura contemporánea del inmueble y ajustó el diseño y los colores de los muebles y accesorios a la colección de arte que iba a vestir las paredes de la vivienda.
La ubicación del ático en lo alto de la cima de Pacific Heights demandaba unas soluciones arquitectónicas y de interiorismo que permitieran la máxima sinergia entre el interior y el exterior. Un diálogo in & out que se traduce en la distribución del espacio principal (salón, comedor, cocina, biblioteca y despacho) en dos alturas y en la instalación de un enorme ventanal con vistas a la bahía que llena de luz natural toda la casa.
Arquitectura minimalista de fondo blanco, luz natural a raudales, obras pictóricas en prácticamente cada estancia y mobiliario de diseño con formas y tonalidades a juego dotan a este hogar de un carácter único. Compruébalo en este paseo por la vivienda.