Es muy posible que la imagen sobre tus vacaciones ideales sea cerca del mar. En un entorno rural, sin lugar para las prisas, que huela a pino y a sal, rodeado de un delicioso paisaje salpicado por almendros y olivos. En una casa luminosa, espaciosa, fresca y rústica, en la que puedas dejar atrás el ritmo ajetreado de tu día a día y desde la que te sea mucho más fácil reconectar contigo mismo y sentirte en paz.
Para algunos afortunados, este idílico miraje es una realidad y se llama Sicilia. La isla más grande del Mediterráneo alberga grandes joyas culturales y gastronómicas, pero también artísticas y arquitectónicas. No en vano es una de los epicentros que congrega a más turistas cada año, y a más personas que, seducidas por su magia, invierten en una segunda residencia en esta isla del sur de Italia.
En Sicilia, la dolce vita está en todas partes y se cuela, como no, en los interiores de las viviendas. De obra nueva o reformadas, muchas de ellas quieren conservar su esencia natural y claramente condicionada por su proximidad con el mar, con todo el modernismo, el confort y el bienestar que nos aportan las nuevas tecnologías.
Así lo vemos en el bellísimo proyecto de reforma de Casa Donna Fucale, una casa de campo de principios de siglo XX, firmado por Fubert Studio y los estilistas y decoradores Alberto, Alexia e Isabella Fucale, que invita de inmediato a bajar revoluciones tan solo con verlo.
La reforma de Casa Donna Fucale
El proyecto de reforma arrancó con esta casa de campo de estilo clásico, a pocos kilómetros de la playa en la Sicilia sur-oriental, con el objetivo de lograr mantener su esencia añadiéndole todo el confort de una vivienda moderna y actual, destinada a convertirse en la casa de veraneo de la familia y de alquiler eventual.
Una casa principal, una dependencia y un jardín exterior de ensueño con espacio suficiente para albergar una piscina panorámica y un elegante porche conforman las principales zonas de esta espaciosa vivienda siciliana.