Foto: Antonio Arévalo
En un momento en el que -por las circunstancias sanitarias- nuestra casa es mucho más que un hogar, ya que, de un día para otro, la hemos convertido en oficina, estudio, gimnasio, spa, restaurante… este proyecto es un buen ejemplo de la polivalencia de los ambientes y la relación entre ellos.
El resultado es una vivienda práctica y dinámica que se adapta perfectamente al día a día de sus propietarios: una pareja joven con dos hijos, con gran sensibilidad por el diseño, la arquitectura y la gastronomía.
El proyecto lo ha llevado a cabo U+G Arquitectura.
Foto: Antonio Arévalo
U+G Arquitectura ha creado desde cero este dúplex partiendo de dos pisos independientes. En un edificio plurifamiliar de cuatro pisos, el estudio ha unido dos viviendas situadas en diferentes plantas (baja y primera) a las que se accedía a cada una de ellas desde la escalera común del bloque de viviendas. Las ha convertido en un dúplex (de 120 metros cuadrados) comunicando ambas plantas con una escalera interior.
El edificio se encuentra en el barrio de San Bernardo de Sevilla, muy próximo al centro de la ciudad.
Esta vivienda es un buen ejemplo de espacios flexibles y versátiles.
La planta baja estaba situada entre medianeras y resultaba bastante oscura. La fachada delantera daba a la calle y la trasera a un patio interior de uso privativo que no estaba conectado a la vivienda directamente; simplemente había una fachada de pavés que, aunque dejaba pasar algo de luz, impedía las vistas.
Tras la intervención llevada a cabo, se ha creado un dúplex contemporáneo muy cómodo y confortable. En la planta baja se ha desarrollado la zona social de la casa.
La primera planta se ha reservado a zona de noche de la vivienda, con tres dormitorios y dos baños. En esta planta predomina el color blanco -que aporta luminosidad y sensación de amplitud- en paredes, puertas y mobiliario.