Cada estación cambiamos nuestra forma de vivir, de vestir y nuestras rutinas, por eso, la llegada del otoño, es el momento perfecto para darle un nuevo aire a nuestro hogar para que se vista acorde al cambio estacional. Son muchas las novedades y las tendencias en lo que respecta a la decoración de interiores según la opinión de los expertos. Por ejemplo, el gris, que ha sido tendencia a lo largo de los últimos años deja paso a los colores vivos y para hacerlo, se apuesta por la vegetación como objeto clave para aportar esa frescura y esa percepción de vitalidad. En consonancia con esto, se hace una apuesta por los muebles de maderas inacabadas para redundar en la idea de un hogar sosegado con un estilo “al natural”, como lo denominan los expertos. Aún así hay una tendencia progresiva de regreso a muebles negros, ya que cuando se combinan con tonos neutros y maderas, mantienen el espacio equilibrado, según exponen Shannon Wollack y Brittany Zwickl, cofundadores del estudio Life Style.
Algunas de las novedades concretas de este año se remontan a las décadas de entre los años 40 y 90 como, por ejemplo, la colección Gratulera que presenta ejemplares como el sillón Gagnet de 1958, que gracias a sus formas redondeadas y su estilo informal se adapta a distintos ambientes y estilos. Siguiendo esta tónica de vitalidad cromática, encontramos el sofá Klippan, sencillo y sofisticado, que se reinventa tras ser un mueble de referencia durante el siglo pasado, con nuevas fundas de colores para todos los gustos.
El objetivo para esta estación es inspirar a la gente con soluciones funcionales a precios adaptables. Por eso, como novedad, los decoradores y decoradoras de referencia han optado por mostrar hogares completos en lugar de estancias aisladas con el objetivo de dar respuesta a las necesidades reales de cada hogar. Sea como sea, la idea que se reitera en todos los modelos de viviendas es la de espacios amplios, libres y limpios de objetos innecesarios ya que tener demasiadas cosas en casa es la principal causa de estrés. Para ello, la tendencia es la representación del minimalismo escandinavo, que recupera el brillo de los blancos puro dando sensación de espacios luminosos y grandes. Las claves principales del estilo nórdico es la combinación de muebles de madera clara de blancos lacados e inacabada, aunque incorpora también detalles de colores claros y alegres. Al ser un estilo minimalista, huye de los espacios recargados y de tejidos o muebles de varios colores en un mismo espacio para dar paso a línea rectas y esferas que son las que dominan en los diversos ambientes de la casa, aunque esta temporada llegan con fuerza también los colores rojos, en especial el rojo-vino.
Todas estas novedades nos ayudaran a vestir nuestra casa de otoño a la vez que dejamos de lado el estrés que nos proporcionan las casas repletas de objetos decorativos o innecesarios. Todas estas propuestas de los expertos decoradores harán que estemos en armonía con nuestro hogar y que nos sintamos cómodos viviendo en ellos que es, al final, lo que todos deseamos en nuestra casa, de ahí el tan maravilloso 'hogar, dulce hogar'.