El Jardín de La Máquina se encuentra a pocos minutos del centro de Madrid, pero nadie lo diría. El estudio de interiorismo Cousi ha sabido transmitir de forma impecable el aire rústico y el gusto por lo sencillo que tenía este lugar años atrás, cuando era una antigua casa de campo, hoy convertida en restaurante.
Se trata del proyecto más especial que ha puesto en marcha el grupo de restauración La Máquina, con más de 33 años de experiencia y 14 locales en la capital. Es ese espíritu familiar del negocio el que se respira en cada uno de los rincones del nuevo establecimiento, donde se cuida a partes iguales las materias primas de alta calidad y el culto al buen gusto.
El estudio Cousi ha apostado por materiales naturales y elementos comprados en mercadillos de antigüedades de Europa, reinventando objetos clásicos del campo como piezas principales de la decoración que presiden los diferentes espacios de El Jardín de la Máquina.
En torno a la zona principal, donde está la barra, se abren diversas estancias inundadas de luz natural, una de ellas abierta al exterior como es el porche, con vistas al jardín y reformado con una preciosa chimenea francesa para dar calor los días de invierno.
El jardín que da nombre a la casa es una de las zonas más singulares y cuenta con cocina vista con barbacoa. Está presidido por un lago y rodeado de olivos y vegetación aromática y ofrece al comensal diferentes reservados con mesas redondas, así como una zona de penínsulas de madera sobre el lago y cabañas dispuestas con bancadas para tomar unas copas a la luz de la hoguera. También hay una terraza cubierta pensada para poder bailar al ritmo de los mejores DJ’s cuando las veladas se alarguen.
Todos los muebles de El Jardín de La Máquina son de ratán y lamas de madera, en colores muy neutros, con el fin de potenciar las sensaciones naturales que despierta este lugar donde se degusta una carta que es puro espectáculo para los sentidos.
Este nuevo proyecto de La Máquina está pensado para disfrutar de grandes momentos en la mejor compañía y alrededor de un buen plato, en el ambiente de una gran casa abierta al exterior, acogedora, llena de gente y de pequeños detalles, sintiendo que estás en familia.