Las terrazas y el mar siguen siendo el plato fuerte de cada verano. Si quieres disfrutar de buenas vistas y gastronomía, no te pierdas El Cuartel del Mar, en Chiclana de la Frontera. Un proyecto de hostelería, cultural y de ocio que se levanta en el antiguo cuartel de la Guardia Civil de la Loma del Puerco. Este espacio único, que cuenta con una parcela de más de 2.000 m2 de explotación, tiene además vistas a la Playa de la Barrosa, un patio con capacidad para 250 personas y una zona de restaurante para 100 comensales. Para los amante de las alturas, el espacio cuenta también con una azotea mirador que es un punto privilegiado para la observación de la naturaleza de la zona.
Para reformar y repensar el espacio de manera arquitectónica, Azotea Grupo ha confiado en el estudio de Paula Rosales, quien ya estuvo a cargo del premiado NuBel en el Museo Reina Sofía de Madrid, y que ahora propone una intervención muy respetuosa poniendo en valor las características únicas del entorno de la Playa de la Barrosa. El proyecto se ha completado con una delicada decoración del estudio de Alejandra Pombo y el paisajismo de Rent a Garden. El resultado es un impactante gran espacio de características únicas.
El proyecto de rehabilitación y acondicionamiento del edificio, proyectado por Paula Rosales, tenía como como objetivo reconvertir el espacio en restaurante y sala de exposiciones abierta al público. Un lugar priviligiado que encaja por varios aspectos. Por un lado, disfruta de un entorno natural único, coronando la ladera de la Loma del Puerco, con la Playa de la Barrosa a sus pies. Además, a escasos metros del cuartel se encuentra la Torre del Puerco, antigua atalaya militar del siglo XVI utilizada entonces para vigilar la costa en prevención de ataques berberiscos, ahora reconvertida en punto de observación de movimientos migratorios de aves.
La rehabilitación del edificio busca realzar lo conservado, y acondicionarlo implica integrar las instalaciones y la estructura que requiere la normativa actual de la manera más respetuosa y discreta posible. El respeto por el entorno no pasa sólo por potenciar el valor natural e histórico del conjunto, sino que además lo integra utilizando materiales y técnicas constructivas locales, de uso tradicional, en una relación directa con lo artesano, revalorizando lo propio del lugar con una visión contemporánea. Priman los materiales naturales, mínimamente tratados para que se lea claramente su origen, creando un ambiente cómodo, informal y fresco. Se apuesta por el producto español, realzando el diseño local y nacional.
El cambio de uso del edificio requiere repensar los espacios para adecuarlos a su nueva vida. Se han efectuado una serie de mejoras en la distribución, tanto interior como exterior, para aprovechar al máximo las condiciones del lugar, potenciar las vistas y permitir el uso fluido tanto de visitantes como de trabajadores por las instalaciones. Un espacio directo al mar, decorado por Alejandra Pombo, quien ha apostado por los colores neutros y las fibras naturales tanto para el mobiliario como para los tejidos. Una paleta que transmite paz y sobre la que ponen el acento las espectaculares lámparas de formas redondeadas y texturas orgánicas que recuerdan a las piedras redondeadas por las mareas. El Cuartel del Mar es el espacio ideal para aproximarse a la costa y conectar con las esperadas vacaciones.