El estudio de arquitectura y diseño interior Coblonal Interiorismo, liderado por Joan Llongueras y Jordi Mercè, ha realizado un proyecto de interiorismo de unas oficinas de 250 metros cuadrados en la Avenida Diagonal del barrio del Eixample, en Barcelona.
Las oficinas, de corte clásico, han evolucionado, tras la reforma, hasta un interiorismo distendido y acogedor que hacen un llamado a la comodidad bajo la premisa de llevar el confort de casa a la oficina plasmando el efecto home-office, especialmente después de haber conocido todas las ventajas e inconvenientes del teletrabajo durante los últimos meses.
A pesar de contar con un presupuesto ajustado, el estudio de interiorismo logró proyectar un espacio de trabajo que mantiene una fuerte y sólida imagen de marca, pero aportando, esta vez, un plus de confortabilidad mediante el diseño interior de las estancias para reforzar ese mensaje de transmitir la sensación de estar en casa en un ambiente totalmente relajado.
Arquitectura noble de las anteriores oficinas
Como punto de partida del trabajo de interiorismo se tomaron las características de la arquitectura interior de las oficinas, de 250 metros y formadas por techos muy altos con molduras originales trabajadas de escayola, paredes en un color blanco inmaculado, suelo de madera y grandes y espaciosos ventanales que dejan entrar la luz natural.
Para llevar a cabo el interiorismo y vestir las nuevas oficinas, el estudio Coblonal optó por una paleta de colores cálidos en una gama cromática donde destacan los tonos intensos como el color tierra, que combina con el parqué de madera. En cuanto a las texturas, todas ellas son suaves para potenciar la confortabilidad que caracteriza el conjunto del espacio.
El confort de casa, en la oficina
Así pues, el espacio se divide en distintas estancias como salas de estar o habitaciones de reuniones, generando un conjunto de espacios que comparten un estilo ligero y sencillo ubicados junto a los acogedores puestos de trabajo.
Y es que este tipo de estancias por las que ha optado el estudio, más propias del ámbito residencial que de los típicos espacios de trabajo, llegan como un salto evolutivo en las oficinas clásicas, que por lo general suelen ser más impersonales y poco acogedoras. Desde el estudio, afirman que “En el trabajo pasamos muchas horas y los materiales, texturas y acabados que nos rodean son determinantes en la calidad de vida de las personas”.
Trabajo en las mejores condiciones
Desde Cablonal aseguran que estas oficinas son un claro ejemplo de la evolución que veremos en los espacios de trabajo del futuro. Y es que, tras haber tenido que convertir nuestras viviendas en espacios de teletrabajo a raíz de la pandemia, sabemos de primera mano que el confort y la comodidad se han convertido en dos de los factores clave para el desarrollo laboral.
Como muestra este proyecto, a través de un interiorismo distendido y sosegado se consiguen las mejores condiciones tanto para trabajar, en las zonas de oficina, como en las estancias donde recibir a clientes y colaboradores, ofreciendo un escenario representativo de calidad de la marca.