La región alicantina vuelve a llamarnos la atención gracias a uno de los últimos proyectos de RGB Arquitectos. Se trata de 'Casa Puerto del Sol' una vivienda que como 'Casa Curva' también cuenta con unas vistas impresionastes hacia la costa. Sus puestas de sol, junto a la elevada disposición de la que disfruta la residencia, provocan esa sensación de vértigo propia del síndrome de Stendhal cuando algo bello y grande se sitúa frente a nosotros. ¿No es acaso este el fin de toda obra?
Mientras caminamos bajo un juego de pérgolas curvas y alabeadas, la belleza y el dinamismo se abren paso en esta vivienda situada en el municipio de Teulada. Su ubicación es realmente privilegiada ya que, a pesar de estar situada en tercera línea de mar, desde su terraza se puede observar perfectamente toda la costa. Además, forma parte de un grupo de residencias consolidado desde hace años, donde prácticamente esta parcela es el único solar libre del lugar.
De hecho, 'Casa Puerto del Sol' se suma ahora al estilo mediterráneo que desde hace décadas se respira entre las construcciones de la zona. Un diseño arquitectónico, que se basa, por lo general, en unas marcadas formas circulares en sus elementos más singulares y tejados inclinados de teja árabe.
Los elementos ornamentales como los arcos, los muros de piedra seca y las balaustradas son parte esencial de estas viviendas mediterráneas marcadas por la amplitud, la luminosidad y el dinamismo.
El objetivo de este proyecto, el cual ha sido absolutamente consolidado, era integrar la nueva vivienda en el entorno sin que se apreciaran diferencias estéticas entre esta construcción y las casas próximas. Además, la implantación física del edificio también era todo un reto, ya que debían excavar parte de la montaña de tal manera que la inclusión en el espacio fuera lo más homogénea posible.
Para integrar esta nueva vivienda en el conjunto del paisaje, se trabajó con un lenguaje que remite a las formas y recursos de la arquitectura existente, pero desde un prisma contemporáneo. De hecho, la cubierta de la nueva casa es de teja árabe, como además impone la normativa, aunque ésta sea únicamente visible de forma cenital.
El resultado final es una edificación que se abre completamente hacia las vistas, como si de un mirador se tratase, mediante paños de vidrio, que quedan remarcados por una serie de juego de pérgolas curvas y alabeadas a modo de arcos tumbados y deformados. Un verdadero placer visual y arquitectónico. Una vivienda potente, luminosa y llena de carácter, en la que los límites se difuminan cuando la luz llega y cubre cada uno de sus rincones.