Este proyecto del estudio RGB Arquitectos parte de un concepto totalmente claro por parte del cliente: quería una casa compacta, un volumen rotundo que contara con un programa funcional definido en el que se incluyera un sótano para almacenaje, zonas recreativas y de entretenimiento y un gran garaje para, como mínimo, tres vehículos. Se buscaba, también, que la planta baja fuera lo más abierta y diáfana posible, y que se dirigiera hasta la zona de la piscina. Finalmente, la primera planta tenía que contar con cuatro habitaciones, y cada una de ellas con baño propio.
El principal protagonista y en el que se distribuyen todos los espacios es, por lo tanto, este volumen rotundo que puede apreciarse, en el exterior, de dos maneras distintas.