Sin duda cuando nos trasladamos hasta la Costa Brava encontramos una arquitectura muy característica que hace de estas localidades enclaves únicos. Pero cuando hablamos de Empuria Brava esta singularidad va más allá. Conocida como la Venecia catalana, esta localidad nos regala un extraordinario paisaje en el que los canales se integran entre exclusivas villas con un aspecto muy homogéneo que se convirtió en el auténtico reto de este proyecto.
La arquitecta Elena del Pozo Fernández y su estudio METAstudio fueron los encargado de unir dos viviendas unifamiliares apareadas situadas dentro de la trama urbana de canales navegables de la localidad gerundense. Dos parcelas previamente individuales que hacen esquina y se sitúan entre dos canales, no de menos envergadura y otro principal.
Las características tan singulares de estas construcciones, con sus dos torreones de cubiertas cilíndricas con tejas que da un aspecto homogéneo al paisaje de la marina, supuso todo un reto para el estudio que debía unir las dos casas respetando las formas previas como si se tratara de la construcción original.
La idea del proyecto reside en resaltar las formas existentes, creando un elemento de unión a través de un gran vacío central a doble altura, que une los dos torreones
En cuanto a la distribución interior de estos 250 m2, se desarrolla de forma circular, con la idea de crear una planta por la que transitar circularmente de la forma más fluida posible, en la que las estancias se convierten en lugares de paso. De esa manera, la estructura exterior de la vivienda se reproduce en cierta manera en el interior. Así, desde este círculo vemos proyectarse escalera, comedor, sala de estar…