Cuando la familia propietaria de esta vivienda pidió a Pia Capdevila que se hiciera cargo de la reforma integral buscaba ganar funcionalidad y amplitud en un espacio de 132 m2 que, gracias a su ubicación a tres vientos, permitía la entrada de luz natural a raudales.
Una rehabilitación que permitió optimizar espacios ampliando la zona de día, para lo que se integró parte del balcón en el salón, generando un espacio más cuadrado. En esta zona se decidió abrir la cocina al salón-comedor interconectando ambas estancias a través de un espacio semi abierto en el que concentrar la vida familiar. Se replanteó también el espacio del despacho y el aseo de cortesía ubicados en la entrada de la vivienda.
Desde la entrada principal se accede directamente a una habitación habilitada como despacho. Para acceder a él se genera un espacio ‘cul-de-sac’ que Pia Capdevila aprovechó para instalar una librería muy estrecha y decorativa que invita a pasar a la zona de oficina. El despacho se ha diseñado con mobiliario y distribución operativos y funcionales. Incluye una cama abatible para que, en caso necesario, pueda usarse a modo de habitación de invitados. Para ello, además, se ha habilitado una ducha en el aseo de cortesía.
Mientras, en la zona de noche, se eliminó uno de los cuatro dormitorios para dárselo a la suite, consiguiendo mayor amplitud para poder colocar un vestidor.
Una vivienda nueva pero en la que se mantuviera la esencia de sus propietarios conservando algunos muebles antiguos. En combinación se escogió el suelo en un roble natural con un tinte más subido de lo normal que no rompiera con la sintonía del mobiliario preexistente.