Aires clásicos y reminiscencias nazaríes en el Castillo de Santa Catalina

Ubicado en una de las zonas más exclusivas de Málaga, esta antigua casa palacio ha sido rediseñada por la decoradora Adriana López Barajas manteniendo los ornamentos árabes originales creando una atmósfera cálida y conservadora.

Aires clásicos mediterráneos en el hotel Castillo de Santa Catalina
Aires clásicos mediterráneos en el hotel Castillo de Santa Catalina

Málaga rezuma esencia Andalusí por los cuatro costados. Su historia está latente en sus gentes y sus calles y, paseando por estas, podemos encontrar espacios tan espectaculares como el Castillo de Santa Catalina, uno delos lugares más emblemáticos de la capital de la Costa del Sol. Una casa palacio de estilo arquitectónico inspirado en el Renacimiento árabe que fue construida en 1932, vinculado a la fortaleza malacitana que data del año 1642, dentro de la cual se encuentra integrada.

Situada en el lujoso barrio de El Limonar, esta casa palacio se alza ofreciendo unas vistas privilegiadas de la bahía de Málaga y de este enclave histórico, capital de´la cultura y de la belleza mediterránea. Adquirido por Soho Boutique Hoteles en 2019, el conjunto pertenece al estilo Andalusí y, como tal, se articula en torno a un patio central con pórticos y fuente, los arcos de herradura que conforman las ventanas y su peculiar revestimiento en yeso con pigmentos naturales en tonos terracota integran el edificio en su entorno natural.

Esta estructura se ha mantenido, rehabilitado y reformado para convertirlo en el hotel de 5* más exclusivo de Málaga. Con 24 habitaciones, la decoradora Adriana López Barajas ha intentado crear una atmósfera fresca, delicada y sobria que deje hablar a los elementos originales y estructurales de la casa palacio. Un resultado que define la personalidad de la interiorista: refinada, con poco color, moderna, y muy cálida gracias al cuidado con el que ha sido seleccionada la iluminación a los ornamentos en paredes y techos, y al empleo de tapicerías en tonos neutros y tejidos naturales. Un clasicismo fresco y lleno de detalles.

Foto: Martín García Pérez

Foto: Martín García Pérez

Recuperación del legado morisco

Un interiorismo muy discreto que pretende revalorizar un lienzo con mucha historia. Así se recuperan los suelos de barro cocido, las majestuosas chimeneas, las molduras, los revestimientos de mármoles antiguos… Se han rescatado también muebles, cuadros y piezas con un valor histórico incalculable que se mezclan con telas inglesas, ikat, alfombras de kilim, sillones mimbre, lebrillos de Fajaluza y rubrican el carácter único de este hotel malagueño rebosante de luz.

“La decoración huye del recargamiento y se han querido resaltar solo elementos con un valor especial, como las obras de arte y piezas que encontramos en la casa. Un fondo cromático discreto de adereza con estampados y colores vivos, elegidos únicamente para los elementos pequeños y ‘efimeros’, como cojines, plaids, etc.”

Sobre el autor

Noelia Chaves

Periodista

Periodista. Apasionada de la fotografía, el arte, la historia y las letras en todas sus variables. Animal audiovisual, antes trabajaba en la televisión ahora escribo para la Revista Interiores.

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