Andrea Trimarchi (Bolzano, 1983) y Simone Farresin (Ma lo, 1980) se conocieron estudiando en Florencia (Italia), donde llegaron “esperando encontrar los planteamientos radicales e innovadores que hicieron famoso al diseño italiano en los años setenta y ochenta”. Pero allí encontraron pocas huellas de aquel Radical Design de Superstudio o Archizoom. Ya por entonces empezaron a trabajar juntos y, tras licenciarse, postularon en equipo a una maestría en la Academia de Diseño de Eindhoven (Países Bajos) y se graduaron –en 2009– con un proyecto conjunto.
Desde entonces han firmado su trabajo como Formafantasma, que significa literalmente ‘con forma de fantasma’, una declaración de intenciones que deja claro que su enfoque no es en absoluto formal. Con los años han desarrollado una práctica tan profunda como coherente, radical y poética, caracterizada tanto por la experimentación con materiales como por la investigación sobre la relación entre tradición y cultura local, los usos y abusos de la industria del diseño, la sostenibilidad o la importancia de los objetos como conductos culturales. El lanzamiento de su primera colaboración con Cassina, Post Scriptum, nos brinda la oportunidad de charlar con Andrea.
Post Scriptum. Una colección de porcelana desarrollada con Gignori 1735 para Cassina
La importancia de los materiales con los que trabajáis –ya sea madera o lava volcánica– es el eje en vuestra práctica; tal, que afirmáis dejarles a ellos ‘dictar el resultado final’ de cada proyecto…
Es cierto, los materiales son extremadamente importantes para nosotros. Nuestros proyectos comienzan a menudo estudiando materias primas –sus cualidades, sus formas de extracción, cómo se transforman hasta acabar convirtiéndose en productos, etc.– desde una perspectiva muy amplia, que va de lo cultural a lo puramente técnico. Creemos que la investigación conceptual en torno a un material abre más posibilidades que si uno parte, por ejemplo, de la forma. Para nosotros, éste es el resultado de un proceso, nunca el objetivo. Una gran parte de nuestros mejores trabajos son fruto de profundas investigaciones sobre materiales, sí.
Wireline. La segunda de sus luminarias para Flos, una lámpara de suspensión de luz difusa con tubular de vidrio extruido transparente y un difusor interno de PC opalino
‘Investigación’ es otra palabra esencial para comprender la visión creativa de Formafantasma.
Absolutamente. En realidad, el punto de partida común a todos nuestros proyectos es la puesta en cuestión de lo establecido. Somos diseñadores y desarrollamos nuestro trabajo como tales, pero intentamos aplicar nuestro pensamiento y enfoque de investigación a la práctica del diseño, tratando de mostrar cómo éste puede operar –y generar valor– más allá del producto. Diseñar otra silla o una lámpara más es aburrido.
El punto de partida común a todos nuestros proyectos es la puesta en cuestión de lo establecido
Además, vuestro trabajo se inscribe desde sus comienzos en un eje de coordenadas que conecta la conciencia ecológica y la resistencia a producir más.
La producción masiva no tiene sentido hoy en día; es necesario encontrar muy buenas razones para seguir produciendo. Y ésa es nuestra búsqueda personal.
A la izquierda, Clock, un reloj simple y funcional preciosamente empaquetado y editado por Droog. A la derecha, Botanical, una investigación-exposición comisionada por Plart, fundación dedicada a la investigación y la innovación en la conservación de obras de arte y diseño producidas en plástico.
La producción masiva ya no tiene sentido; es necesario encontrar muy buenas razones para seguir fabricando
Sois muy críticos con la industria del diseño, ¿con base en qué lógica?
El diseño, como disciplina, es extremadamente transformador y, a la vez, una herramienta para la acumulación de riqueza, y, por tanto, generadora de desigualdad. Ésa siempre ha sido su contradicción intrínseca. Ahora, nosotros encontramos en ella un potencial: su fuerza económica debería cristalizar en transformaciones culturales, socioeconómicas, políticas y, por supuesto, ecológicas. Es un asunto muy complejo, pero es precisamente esa complejidad la que hace del diseño un terreno tan interesante. Somos afortunados de vivir este momento, porque a través de las redes sociales y otras plataformas de comunicación tenemos la posibilidad de llegar a la gente más allá del producto concreto, y eso es un privilegio que las generaciones anteriores no tuvieron.
¿Por eso habéis trabajado tan poco con editoras?
Cuando aceptas un encargo, éste lleva implícito una serie de limitaciones y de posibilidades. Y hay que trabajar con ambas. Tener un enfoque holístico como el nuestro significa ser consciente de las implicaciones del diseño en su entorno, tanto social como medioambiental. La industria del diseño está totalmente centrada en los usuarios y a nosotros nos interesa abrirlo a todo el ecosistema de su entorno, contemplando a sus trabajadores y artesanos y las comunidades en las que impacta.
Cambio. Una vista de su investigación exposición más ambiciosa y relevante hasta la fecha, encargada por la Serpentine Gallery de Londres y el Centro Pecci de Prato, en torno a la industria maderera.
Patricia Urquiola está feliz de haberos abierto las puertas de Cassina. ¿Qué nos contáis de Post Scriptum, vuestra primera colección para la marca, con la que volvéis a la cerámica?
Se trata de una colaboración a tres bandas, con Cassina y Ginori 1735, dos compañías con las que nos apetecía trabajar. Y en esta ocasión la cerámica nos brinda la oportunidad de trabajar su decoración de una manera gráfica muy contemporánea, subrayando la capacidad expresiva de cada uno de los maestros pintores de Ginori a través de sus gestos instintivos que hacen única cada pieza.
¿Qué tal os ha sentado eso de cambiar Ámsterdam por Milán?
Para serte sincero, durante muchos años evitamos Milán, pero hace tiempo que sentimos que era el momento de volver a Italia. Países Bajos fue un capítulo fantástico, pero nunca sentimos que perteneciéramos allí. Ahora, tanto en Ámsterdam como en Milán todo gira sobre los conceptos de diseño neerlandés e italiano, y a nosotros no nos interesa el nacionalismo, una estrategia de marca barata, por lo que, aquí o allí, escapamos de ella para continuar trabajando siguiendo nuestro camino.
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