FRËSKA, el servicio de sillas compartidas de Ikea que recupera la ciudad para los mayores

Las sociedades más avanzadas del mundo tienden a la pirámide poblacional invertida y las ciudades no están preparadas para ello

En este contexto surge FRËSKA, un prototipo de servicio para compartir sillas en las ciudades, que busca recuperar la tradición de la gente mayor de salir a tomar la fresca a la calle

FRËSKA, el servicio de sillas compartidas de Ikea que recupera el espacio urbano para los mayores
FRËSKA, el servicio de sillas compartidas de Ikea que recupera el espacio urbano para los mayores
Foto: Grup Efebé

Las sociedades más avanzadas del mundo tienden a la pirámide poblacional invertida. Es decir, con muy poca gente joven y mucha mayor, y las ciudades no están preparadas para ello. En este contexto, Ikea, Madrid Design Festival, Barcelona Design Week y Valéncia Capital Mundial del Diseño han trabajado con profesionales, estudiantes de diseño y ciudadanos de toda España para tejer alianzas conjuntas y rediseñar la ciudad del futuro para la sociedad más longeva de la historia. Lo han hecho en el marco del proyecto Next Gen: Séniors, y de él han surgido ideas como FRËSKA.

Se trata de un prototipo de servicio para compartir sillas en las ciudades e impulsado por Ikea, que busca recuperar la tradición de la gente mayor de salir a tomar la fresca a la calle. ¿El objetivo? Hacer de las ciudades lugares más amables para este sector de la población que cada vez será más abundante. 

El prototipo FRËSKA ha sido ideado por los estudiantes Irene Badía, Mina Barchiartus y Martí Cabanas, y los profesionales Danny Saltaren y Anna Fornt, directora de Grup Efebé -empresa especializada en diseño, adecuación, equipamiento y mantenimiento de los espacios-. El grupo estudió las carencias de las ciudades actuales, y el resultado fue que faltaban espacios con sombra, había una escasez de mobiliario urbano y que el que existía estaba anclado al suelo. Además, como explica Fornt, la soledad entre las personas mayores era uno de sus principales problemas. La idea de FRËSKA surge de "esa necesidad que nos comentaban algunas personas mayores, de poder conversar con otras y romper con esta barrera actual. Un propósito para salir de casa y fomentar un envejecimiento activo y saludable”, apunta la directora de Grup Efebé.

 

Cómo funciona FRËSKA

FRËSKA funciona como un servicio público de préstamo de sillas. El sistema es sencillo: cada persona tiene una tarjeta que desbloquea la silla, concretamente el modelo SUNDSÖ de Ikea, y puede sentarse en ella a disfrutar de su tiempo mientras conversa con otros usuarios. Además, a diferencia del mobiliario urbano tradicional, las sillas de este servicio no están fijadas al suelo, por lo que se pueden mover en función de las necesidades de cada momento.

 

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Foto: Grup Efebé

 

Funciones diversas

La instalación, además de las sillas, también incluye una pantalla interactiva con: información de interés para entender el funcionamiento del servicio, información sobre dónde encontrar otros FRËSKA cerca, consejos de salud, actividades que fomentan una estimulación cognitiva de los usuarios, así como actividades relacionadas con los hábitos alimenticios saludables, la cultura y la formación. Además, el diseño del prototipo se puede encontrar en la web de Ikea en código libre para que se pueda implementar en las ciudades.

Entre las funcionalidades del servicio destaca un sistema para regular el tiempo de uso por parte sus usuarios, y una pantalla display que informa sobre los momentos del día en los que da la sombra en ese punto de la ciudad. Tras presentarse en València Capital Mundial del Diseño junto con otras de las mejores ideas surgidas del proyecto Next Gen: Séniors, la solución estuvo expuesta en calidad de prototipo hasta el 6 de noviembre en la calle Cirilo Amorós de la capital valenciana.

 

Sobre el autor

Elisabet Gonzalez Pellicer

Me gusta escribir desde que tengo memoria y me interesa todo lo que tenga que ver con la cultura, el feminismo y la sostenibilidad.

Soy graduada en Periodismo y Humanidades por la Universitat Pompeu Fabra y he trabajado como periodista en distintos medios (Europa PressDiari AraNúvol, etc.), y como técnica de comunicación en el área de Ecología Urbana del Ayuntamiento de Barcelona.

En mi tiempo libre nunca paro quieta y gran parte de este lo dedico a algunas de mis grandes aficiones: escribir poesía, cantar y escalar.

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