La comida transformada en arte. Fruta, verdura, cereales, carne, pescado... todo ello usado para crear auténticas obras que incluso muchas de ellas ya se pueden admirar en museos de todo el mundo y galerías de arte. Cada vez existen más artistas que apuestan por usar la comida como un medio de expresión, además de ser lo que propiamente es, comida. Un arte que se lleva a muchas variantes: desde crear exquisitos caterings, a campañas publicitarias, editoriales, portadas de revistas y un sinfín de opciones más.
Y no hay límite a la creatividad, todo ingrediente es válido para crear arte con él: montañas de mantequilla derretida, candelabros con huevos en vez de velas, brócolis convertidos en tiestos... Ingredientes que se unen con flores, cubertería, manteles y otros derivados que hacen que el resultado final tenga un sentido (o no), y sea algo verdaderamente único.