¿Alguna vez has visto a una persona mezclando diferentes estampados, colores y épocas en un mismo outfit con un resultado genuino y maravilloso? Parece que se hayan levantado de la cama, ido a su armario, vestido con los ojos cerrados y salido de su casa siendo las personas más estilosas del mundo. Nada más lejos de la realidad: esto es solo un espejismo. Para conseguir un resultado cool sin caer en lo hortera se necesita más que buenas ideas instantáneas.
El estilo ecléctico consiste, a grandes rasgos, en agarrar todos los estilos que te gustan y combinarlos con acierto para crear el tuyo propio. Pero aquí no todo vale: es necesario conocer bien qué te atrae de cada estilo y encontrar los puntos en los que pueden encontrarse entre ellos sin saturar el espacio. Hay que pensar bien en la distribución y en la combinación de colores, el mobiliario y la iluminación. Y, por supuesto, debemos controlar no venirnos arriba: lo ideal es ir construyendo poco a poco, con cabeza.
Y es que hacer que una casa ecléctica respire coherencia y armonía sin que parezca que te has rebanado los sesos para conseguirlo parece muy sencillo, pero es complicado. Hablamos de un movimiento con ausencia de normas, pero donde sí existen ciertas pautas que te ayudarán a no liarla y a que tu casa sea un sitio molón, interesante y con esa sensación de despreocupación que, al mismo tiempo, hace que visualmente todo encaje. ¡Te las chivamos!
GUIA para decorar con el estilo ecléctico