Cuando llega el verano buscamos prendas frescas y ligeras para nuestro armario. Huimos de cualquier cosa que nos aporte aún más calor del necesario y escondemos toda la ropa de invierno para no verla en mucho tiempo. Y si cambiamos todo nuestro armario, ¿por qué no hacemos lo mismo con los textiles del hogar?
Si durante el invierno nos gusta rodearnos de tejidos cálidos como la lana, el terciopelo o las pieles, el verano es la época perfecta para sacar del armario textiles más ligeros como el algodón o lino. Al fin y al cabo, los textiles son los que determinan el cambio de estación en nuestra casa.
En el dormitorio pasa lo mismo, los edredones nórdicos, las mantas de lana gruesa o las de pelo dan paso a la ropa de cama más fresca y ligera. El lino es sin duda el tejido más adecuado para los meses más cálidos del año por muchos motivos. Además de su frescura y ligereza, es uno de los textiles con más calidad y resistencia de los existentes, casi el doble que el algodón.
Fotografía: Ourfoodstories
En su origen su fibra posee un color crudo, pero al procesarla es posible blanquearla o teñirla en cualquiera de los colores tendencia de cada temporada. Las prendas de lino en blanco o crudo han formado parte de la historia de la moda y decoración de dormitorios, pero en la actualidad podemos encontrar ropa de cama en todos los colores y estampados posibles.
Los colores más demandados para las sábanas de lino son el blanco y el gris, pero cada día es más común ver sábanas, fundas o cojines de lino en una mayor gama de colores como el rosa, verde e incluso negro.
Fotografía: Alexander White
La decoración nórdica es la culpable de que el lino haya vuelto a la primera línea del diseño en ropa de cama. Las fundas nórdicas, sábanas y cojines de lino son las más demandadas por los amantes de la decoración. No hay cama que se precie que no pida a gritos textiles de lino. Su frescura y suavidad lo hacen indispensable para pasar las altas temperaturas de estos meses.
¿Ya tienes tu ropa de cama de lino?
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