Como siempre nos recuerdan Marie Kondo y las corrientes minimalistas, el orden en casa no es una cuestión de metros libres donde poder almacenar un montón de objetos sino un reflejo de nuestra capacidad de organización y de priorización. Saber vivir con menos objetos es, lógicamente, muy útil a la hora de mantener nuestra casa bien limpia y ordenada, pero lo es todavía más la forma en la que seamos capaces de optimizar nuestro espacio, tenga los metros cuadrados que tenga.
De entre todas las estancias de la casa, una de las que suele generarnos más caos es la cocina. Por su multifuncionalidad, es fácil que acabemos cocinando, comiendo, trabajando, jugando con los niños o tendiendo la ropa de la lavadora en un mismo espacio que puede acabar pareciendo una jungla en la que reina el desorden más absoluto. Algo que todavía se ha incrementado más en los últimos meses durante los cuales la mayoría hemos tenido que trabajar desde casa y cuidar a la vez de pequeños y mayores.
Sea como sea, los expertos en orden del Instituto Silestone nos recomiendan seguir cuatro normas básicas a la hora de organizar y optimizar nuestro espacio en la cocina, más allá de las múltiples funciones que le atribuyamos, del número de personas que vivamos en casa o del espacio que ocupa esta estancia. ¡Vamos a repasarlas!