El piso, situado en Madrid, es de nueva construcción y acoge a una pareja joven con tres niños, de ahí que la funcionalidad fuera una de las premisas que debía garantizarse y gracias a la selección de muebles versátiles fue posible. Y más teniendo en cuenta los espacios y la distribución existente a la que debían ajustarse las interioristas: tres habitaciones, dos baños, salón-comedor, cocina y terraza.
El quid de la cuestión estaba en aprovechar al máximo cada centímetro cuadrado, con estudiadas soluciones e ideas ingeniosas.
Así, por ejemplo, en un salón pequeño se trata de seleccionar bien las piezas, de forma que el sofá de tres plazas se complementó con una butaca y un ottoman tapizado que hace las veces de reposapiés, de mesa de apoyo o también de asiento auxiliar.
Y las sillas de comedor se eligieron en un modelo concreto que buscaban los propietarios (OMG, de Zuiver) y que también se encuentran en el tocador o en el estudio, de forma que cuando vienen visitas, se pueden coger y añadir al conjunto de la mesa sin que se vean diferentes.
Sucede que la vivienda no tiene recibidor y los dueños lo notaban a faltar. Se optó por una consola de estilo vintage en una de las paredes del salón que queda integrada en la decoración de éste, pero que tiene su propio papel funcional de soporte para dejar las llaves, la correspondencia, etc.
Son muebles escogidos lejos de convencionalismos, como el de la televisión, a la que no quieren darle protagonismo y que descansa sobre sendos estantes de madera maciza para pasar lo más desapercibida posible.
Junto a la zona más social de la casa se encuentra la terraza distribuida en dos zonas y que se equipó con unos muebles de ratán para exterior creando una zona de estar junto a la interior, conectada visualmente y en época estival, también físicamente al abrir la balconera que las separa. Así, el salón parece y llega a ser más grande en momentos puntuales.
De las tres habitaciones, una se destinó a estudio y zona de juegos. Por su parte, la de matrimonio destaca por su estilo nórdico, dando protagonismo a una cama grande en sacrificio de una mesitas de noche pequeñas y unos apliques de lectura para aprovechar mejor el espacio. Un mueble tocador y escritorio ocasional, con silla descalzadora, es una muestra de la versatilidad de estas piezas ubicadas en el dormitorio principal.
Para la habitación de los pequeños, los profesionales de R Diseño sí que tuvieron que ingeniárselas para colocar las tres camas de los niños, dado que era una petición de los propietarios. Una cama nido solventó una parte y la otra se consiguió distribuyendo la otra cama en forma de L, siendo ésta extensible para crecer con el niño.
La decoración basada en el mundo planetario pone la nota de fantasía en este espacio infantil que comparten los tres niños y sobre cuya alfombra lavable pueden pasarse horas jugando.
Gracias al cambio de ubicación de la puerta de la cocina, se ganaron más metros lineales de pared para almacenamiento, una de las preocupaciones de los dueños ante la cocina original. Mediante detalles sencillos, como cambiar las lámparas por otras de luz más potente y añadir elementos en madera y colores vivos, se logró una espacio más funcional y organizado.
La intervención en los baños fue mínima, salvo la elección de muebles con más almacenaje y algunos accesorios, con el objetivo de ganar orden sin perder la sensación de amplitud.