¿Puede nuestra casa curarnos?

La búsqueda de la salud y el equilibrio personal en todos los ámbitos está propiciando la definición y desarrollo de hogares que minimicen el impacto negativo sobre la salud que el estilo de vida y estrés de las grandes urbes pueden provocar.

¿Puede nuestra casa curarnos?
¿Puede nuestra casa curarnos?

Durante los últimos tiempos hemos aumentado la atención sobre nuestra salud y estado físico y personal, dándole mayor importancia a nuestra alimentación, a los productos que usamos o a la forma en la que vivimos. Dentro de esta búsqueda por una receta milagrosa que mejore nuestra calidad de vida y equilibrio anímico cobra vital importancia el espacio en el que vivimos.

El crecimiento incesante de las grandes metrópolis, un ritmo de vida estresante y los entornos cada vez más artificiales han hecho que pulsemos el botón de stop y ha propiciado el análisis y desarrollo de nuevos espacios que nos ayuden a minimizar este impacto negativo que el ambiente tiene sobre nuestra salud, donde la contaminación -sea del tipo que sea-, el estrés y las innumerables radiaciones que nos rodean, condicionan cada día más nuestro ánimo.

Dentro de estos agentes externos no se puede obviar como la calidad constructiva de algunas edificaciones contribuye a generar lo que se conoce como el Síndrome del edificio enfermo, es decir, los materiales empleados o el mobiliario escogido influyen en la calidad de vida y el bienestar de sus ocupantes. Luchar contra esta tendencia es lo que ha llevado a Nacho García-Milla Real Estate, asesor inmobiliario, a unirse con la arquitecta Lorena del Pozo y la doctora en medicina Esther de la Paz, para crear una villa en la que la función primordial es cuidar la salud de sus inquilinos.

La salud: un tema de peso

La situación sobrevenida de este último año nos ha demostrado como los edificios influyen más de lo que pensábamos en nuestra salud. Según la OMS, una persona pasa el 90% del tiempo en espacios cerrados y, en los últimos meses, este espacio se reduce a uno: nuestra casa se ha convertido en oficina, hogar, gimnasio y espacio de ocio. Esto ha provocado que la arquitectura saludable, ya en auge desde hace algún tiempo, cobre mayor importancia. Un sistema preocupado por diseñar espacios que contribuyan al bienestar de las personas generando sensaciones positivas en el estado físico y emocional de sus habitantes.

“Tras el impacto de la pandemia en la sociedad, la salud -sin necesidad de estar enfermos- ha ocupado una posición primordial en nuestras vidas. Hemos entendido y asumido de forma drástica y vertiginosa cómo actúan la prevención sanitaria, confinándonos en nuestras casas durante meses. Si a esta realidad le sumamos la posibilidad de nuevas pandemias globales, parece inevitable asumir que habrá un cambio radical en los hogares y no del futuro, sino de ahora” afirma Nacho García-Milla.

¿Puede nuestra casa curarnos?

¿Cómo fusionar salud y arquitectura?

Intentando salvar estos problemas sobre la salud que ha desvelado el pasar tantas horas en casa interviene, de forma específica, la arquitectura biosaludable. Esta, estudia detalladamente los elementos internos y externos que podrían afectar directamente a la salud de los habitantes de una vivienda. Así, el proyecto desarrollado por Nacho García-Milla Real Estate en la prestigiosa urbanización de La Finca en Madrid, se ha diseñado sobre los principios biosaludables de esta arquitectura.

La primera vivienda que el estudio ha creado sobre estos principios presenta unas líneas puristas y elegantes y materiales nobles inspirados en los elementos de la naturaleza. Una casa con un carácter absolutamente funcional por lo que se proyecta en una planta baja inspirada en montañas, ríos y bosques.

En esta atmósfera, la pieza de mayor altura es la cumbre, las cubiertas donde se inicia el ciclo del agua, que desciende por los muros erosionados del patio cascada, llegando a la base de la vivienda y discurriendo por arroyos y estanques con circuitos en pendiente. Este ciclo de agua finaliza su trayecto en la piscina de invierno, situada en el extremo opuesto a la cumbre. Alrededor de este hábitat se generan las especies vegetales que conforman este proyecto de vida y refugio que es esta villa saludable.

Siguiendo los parámetros de arquitectura biosostenible se han tenido en cuenta elementos como:

  • La contaminación electromagnética: vivir en tierra significa tener, inevitablemente, contacto con radiación y más en este proyecto que diseña sobre plano en una estructura de una sola planta.
  • La contaminación del aire: para garantizar la calidad del aire, es imprescindible la elección de los materiales de construcción y mobiliario de baja emisión de compuestos orgánicos volátiles y semivolátiles. Además, hay que verificar la ausencia de contaminantes como plomo, PCB y asbestos.
  • La contaminación del agua: es imprescindible contar con sistema depurativos que garanticen una buena calidad del agua.
  • La contaminación de la tierra: la ubicación en la que se va a edificar, así como la composición de los estratos sobre la que se va a edificar, debe ser tenida en cuenta para valorar los niveles de radiación que pueden llegar a ser nocivos para los futuros inquilinos.
  • La contaminación acústica: puede que sea uno de los factores más dañinos para la salud de los inquilinos de una vivienda. El exceso de ruido provoca altos niveles de estrés que, si perduran en el tiempo, somatizan como enfermedades físicas.
  • Los materiales de construcción: se recomienda el empleo de materiales naturales como madera o piedra para los pavimentos y revestimientos, lanas naturales o corcho para los aislamientos o cal en enlucidos.

Además de adaptarse a estas condiciones externas la proyección de estas casas saludables se realiza sobre un modelo de salud que trabaja en torno a enfermedades crónico degenerativas y su prevención, facilitando la vida de los pacientes y sus necesidades específicas en un hogar que se adapte a ellos. Ofrece un enfoque mucho menos invasivo. Los análisis previos sobre los niveles de biohabitabilidad han permitido establecer un marco de partida para hacer un diseño que potencia las ventajas que ofrece la ubicación, y proyectar soluciones frente a los altos niveles de elementos contaminantes.

¿Puede nuestra casa curarnos?

Sobre el autor

Noelia Chaves

Periodista

Periodista. Apasionada de la fotografía, el arte, la historia y las letras en todas sus variables. Animal audiovisual, antes trabajaba en la televisión ahora escribo para la Revista Interiores.

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