Las sombrillas son un clásico del verano por el papel fundamental que juegan en las playas. Ese trocito de sombra puede ser una salvación ante las altas temperaturas. Y precisamente por su gran utilidad, también triunfan en jardines y terrezas de casas particulares.
Su papel en la decoración de espacios al aire libre se ha visto muchas veces eclipsada por la espectacularidad de toldos y pérgolas, especialmente de las bioclimáticas que han venido para quedarse. Sin embargo, este verano sombrillas y parasoles están pisando fuerte, conquistando en nuestros exteriores un lugar a la sombra.
Ventajas de las sombrillas en verano
A su favor, hay que destacar su versatilidad y su papel decorativo, de manera que además de protegernos del sol y cuidar nuestros muebles, realzan y personalizan los ambientes al aire libre. Sin olvidar que, a diferencia del toldo que debe ser igual para todos los vecinos, la sombrilla presenta la ventaja de que puedes elegir la que más te guste, sin importar de qué color la tiene el inquilino del quinto.
Son buenas opciones alrededor de la piscina, para leer o echarse una siesta tumbada en la hamaca; en el comedor exterior de tu jardín, para disfrutar tanto de cenas como de comidas; en la zona de sofás, para alargar las sobremesas a la hora del café o de la merienda sin sentir el sol sobre la cabeza; y en los rincones de relax donde a falta de un buen árbol, nada mejor que una sombrilla.
Aunque el mercado nos ofrece un sinfín de variedades, tamaños y precios, a la hora de elegir tu modelo ideal debes fijarte en la resistencia de la cubierta y el soporte, para evitar sustos y accidentes, y en la comodidad de uso, que permita abrirla y cerrarla fácilmente, incluso cuando es manual. Encuentra la tuya en esta selección.