Pisos pequeños: la triple regla que debes seguir para sacarle el máximo partido

¿Vives en pocos metros cuadrados? Aquí van algunos tips para amueblar, organizar y decorar tu casa sin renunciar a la intimidad, la luz y el buen gusto

Espacios abiertos, muebles ligeros, tonos claros y mucho más para aprovechar el espacio en salones, cocinas e incluso baños pequeños

Pisos pequeño, la triple regla que debes seguir para sacarle el máximo partido
Pisos pequeño, la triple regla que debes seguir para sacarle el máximo partido
Foto: Collov Home Design para Unsplash

Pocos poetas han descrito tanto y tan bien el mar como Rafael Alberti. Ese rincón temático le pertenece casi en exclusiva, por eso, cuando hace algunos años ya leí algo suyo que hablaba de la ciudad, me sorprendió y atrapó a partes iguales. Era solo una frase: “La ciudad es como una casa grande”. Solo siete palabras que, al fin, describían al tipo de ciudad que yo he conocido. Lejos de esa imagen de impersonales, solitarias y caóticas, las ciudades son el lugar ideal para los que quieren conocer sin ser reconocidos. Si vives en una ciudad con mar, la dicha es doble.

Para los que vivimos gustosamente en ellas ofrecen infinitas posibilidades y ventajas, pero si hablamos de casas, encontrarlas con espacios amplios y algunos centímetros extra no sería una de ellas. De hecho, en España el 66% de la población vive en un apartamento, el porcentaje más elevado de la Unión Europea -un 40% de media- y muy por encima del 20% de países como Reino Unido y Holanda. Así lo recogía un informe de Eurostat que demuestra que los españoles somos más de piso que de casa con jardín. La mayoría de estos pisos son, además, de pequeñas dimensiones. Acercarnos a nuestros vecinos europeos está en el horizonte, pero mientras la tendencia cambia vamos a poner en práctica eso de la resiliencia una vez más y ver cómo podemos sacarle el máximo partido a nuestro pequeño hogar solo necesitarás seguir estas tres reglas.

 

Dividir sí, pero sin muros ni puertas
Foto: Taryn Elliott para Unsplash

 

1. Dividir sí, pero sin muros ni puertas

De primeras, puede ser que eliminar paredes y puertas te parezca un atraco a tu privacidad, pero existen otras fórmulas para garantizarla sin necesidad de cerrar espacios. De hecho, los espacios pequeños piden a gritos zonas de circulación y estancias amplias en las que no se corte la iluminación. Entre tus aliados para lograrlo estarán los biombos, las celosías, los estores y una de las favoritas: las estanterías. Este elemento decorativo permite que haya intimidad, deja pasar la luz y, a la vez, es funcional, ya que toda casa necesita una pequeña biblioteca.

Pero si alguno de esos muros que estorba no se puede eliminar, siempre es posible crear aperturas estratégicas que favorezcan que la luz traspase de una habitación a otra.

 

Mobiliario ojo con el volumen
Foto: Hannah Busing para Unsplash

 

2. Mobiliario: ¡ojo con el volumen!

Decorar un espacio pequeño requiere detenerse unos segundos y planificar bien la distribución. Hazte con el plano de casa o improvísalo tú mismo e imprime varias copias, las necesitarás para probar diversas opciones y es que tener claro cómo ubicar los muebles será imprescindible para elegir cuáles compramos también.

En esta línea, otra recomendación que ya es casi un clásico de la decoración: menos es más. ¿Realmente necesitas esa mesa de centro? Es decir, mejor elegir pocos muebles con sentido que no una mezcla de mesas, estanterías, electrodomésticos y butacas que, aisladamente pueden ser ideales, pero juntos, en una misma estancia, no van a funcionar.

 

Detalles que transforman
Foto: Hutomo Abrianto para Unsplash
 

 

A la hora de colocarlos, tampoco debes olvidar hacerlo de forma estratégica: los muebles que sean más voluminosos, mantenlos siempre lejos de ventanas y otras fuentes de entrada de luz natural. En el caso de estanterías, sillas y mesas, por ejemplo, elige sus versiones ligeras y de líneas finas. Sí a los muebles estilizados en lugar de piezas robustas, con patas gruesas o que sobresalgan en exceso. Siempre que sea posible, aprovecha los rincones. Las esquinas son ideales para colocar una estantería que configure un coqueto rincón de lectura; improvisar una zona de comedor con un banco en forma de “u”, incluso, una pequeña zona de vestidor.

 

 

Comedor pequeño paredes verdes
Foto: SpaceJoy para Unsplash

 

3. Detalles que transforman

Dentro de ese tiempo que debes dedicar para planificar tu espacio incluye también el pensar en pequeños cambios que pueden ayudar a que tu pequeña casa visualmente parezca más amplia, integrada e iluminada.

Un truco es recurrir a los espejos. Este objeto es decorativo, sí, pero además si aciertas con la ubicación será el aliado ideal para potenciar la luz natural y dar sensación de profundidad. Lo primero, lo de multiplicar la luz, ocurrirá si lo colocas frente a una ventana. Lo segundo, si tu espejo preside la pared que esté más al fondo de la estancia, dará la sensación que esta no termina nunca.

 

 

Espejo estilo parisino vestidor suelo
Foto: MjvGoa para Unsplash

 

En cuanto a los tonos, apuesta una vez más por los claros. Los blancos, grises y beiges, tan propios del estilo nórdico, tienen la virtud de ampliar visualmente el espacio. Esto incluye el suelo. Estamos familiarizados con elegir el blanco para paredes y puertas, pero a veces el tono de la madera que pisamos es demasiado oscuro. El parqué es, por la sensación de calidez que transmite, siempre un acierto, pero siempre en sus versiones más claras.

 

 

 

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