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Paisajismo responsable: cómo hacer del jardín un espacio sostenible

¿Cómo es tu jardín? ¿Qué actividades de mantenimiento llevas a cabo? Ahora, cuando ya no podemos dejar de lado la crisis ambiental, descubre cómo diseñar un jardín sostenible.

Paisajismo responsable cómo hacer del jardín un espacio sostenible
Paisajismo responsable cómo hacer del jardín un espacio sostenible

Tener un jardín, que sea amplio y con vistas a un pinar. Tener dos perros y un jardín. Una casa tranquila con un exterior ideal. Y en medio de ese escenario la pregunta clave en tiempos de crisis ambiental: ¿Es mi jardín sostenible? ¿Cómo crear un paisajismo responsable?

Unas cuestiones que son de vital importancia justo cuando hace un par de semanas, el 16 de septiembre, se celebraba el Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono. Una fecha que nos permite ahondar en la conservación medioambiental, un tema no baladí ahora que cada vez son más las personas y entidades que apuestan por un diseño de interiores y exteriores marcado por la preservación del entorno natural.

Porque sí, también a través del paisajismo se puede contribuir a cuidar de la Capa de Ozono. Esa frágil franja de gas que protege la vida en el planeta de los efectos nocivos de los rayos solares y que nos demanda cautela y una consciencia extrema de su valor. Sobre todo aprovechando el auge de las zonas verdes que tras el confinamiento han ganado más adeptos que nunca entre la población. Porque todos necesitamos un respiro y que mejor manera que hacerlo a través del mundo de la naturaleza.

Pero una zona verde, aunque no lo creamos, también puede atentar contra el medioambiente. No por su seno mismo como materia natural, sino por el cómo intervenimos y mantenemos dichos jardines. Por ello es muy importante que, tanto si lo que deseas es mantener a ralla tu zona ajardinada o si se trata de un jardín público, las medidas deberían estar enfocadas en minimizar al máximo el uso de recursos como el agua o el gasto eléctrico.

 

El paisajismo responsable implica una gestión eficaz de los materiales disponibles para generar espacios verdes duraderos y sostenibles.

 

Claves para tener un jardín sostenible

Para empezar, quien quiera tener un jardín ecológico, que vaya mucho más del tan puesto de moda huerto urbano, deberá conocer algunas claves que, una vez en marcha, pueden ayudar a reducir el impacto ambiental.

Lo más importante es adaptarse a las propiedades del terreno y del clima del lugar donde se instale el jardín. Sin olvidar, como ya hemos mencionado, reducir el gasto de agua y el uso de energía. Evita también generar la menor cantidad de residuos o, siempre que puedas, reutiliza los producidos y recíclalos.

Otra de las medidas a tener en cuenta es el lugar en el que vas a localizar el jardín. Pero ¿por qué es importante? La idea es aprovechar las especies vegetales y autóctonas del propio lugar y no abuses de otras que no se adapten a tu terreno.

Pon atención al clima en el que te encuentras y en el que situarás la zona verde. Si, por ejemplo, recibe un bajo aporte hídrico, es mejor que apuestes por incluir en el jardín aquellas plantas y vegetales que precisen un aporte de agua bajo para su correcto desarrollo. ¡Son muchas las que puedes seleccionar! Entre ellas destaca el laurel, el ciprés, el olivo, el cerastio, las plantas trepadoras como los rosales o el jazmín, así como plantas aromáticas.

A más césped más impacto ambiental. Piensa que, a la hora de proyectar un jardín ecológico y sostenible, es interesante reducir el espacio de césped con alternativas como utilizar en su lugar plantas tapizantes, piedra, madera o áridos para decorar o embellecer éstas áreas verdes.

Por suerte, como decíamos, hay empresas que ya apuestan por alternativas ecológicas en sus planes de diseño. Es el ejemplo de Dstudio, para quienes su mayor preocupación es conseguir llevar a cabo un proyecto de diseño de exteriores integral, velando a la vez por el entorno sin que pierda sentido estético, eficiencia, versatilidad y funcionalidad.

Pero ¿cómo lo consiguen? El objeto del estudio es desarrollar los sistemas de control adecuados para crear espacios sostenibles y con certificado oficial de huella de carbono cero, que ponen de manifiesto su compromiso con la preservación del entorno natural.

Aunque no lo parezca hay jardines que generan más daño al medioambiente de lo que creemos. Por eso, una de las labores más importantes es la realización del cálculo de las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) que se generan en las actividades de mantenimiento de jardines ya ejecutados.

¿Somos conscientes de nuestra huella de carbono? ¿Y de las implicaciones que esta tiene en el entorno natural? La huella de carbono identifica la cantidad de emisiones de GEI que son liberadas a la atmósfera, por efecto directo o indirecto, por un individuo o debido al desarrollo de cualquier actividad. De ese modo, se pueden establecer medidas de reducción de consumo de energía y mejoras en el uso de recursos y materiales.

Te dejamos ahora con una galería de imágenes que muestran cómo crear un paisaje sostenible. Porque el compromiso con el medioambiente arranca también en cómo intervenimos su tierra, sus aguas y todo lo que rodea al medio natural.

Sobre el autor

Sara Roqueta

Periodista

Periodismo y cultura. En ese orden o viceversa. Me introduje de lleno en los estudios comparativos de Literatura, Arte y Pensamiento y el análisis de los procesos creativos. Todavía sobrevivo. Poesía, narrativa y arte contemporáneo. Ahora redactora en Objetivo Bienestar y Revista Interiores.

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