Descansar y dormir bien es una necesidad vital que hay que perseverar aunque a veces el ritmo de vida y ciertos hábitos nos lo impidan. Aprender a descansar es importante y para ello contar con un buen entorno, un lugar donde refugiarse del estrés y encontrar reposo es fundamental. “Una de las claves para conseguir un descanso auténticamente reparador es definir el entorno de tu dormitorio, mantener una buena higiene y contar con un equipo de descanso adecuado o una cama perfecta”, según afirman los expertos del Grupo Lo Monaco.
EL DORMITORIO IDEAL: El entorno
Las claves para el buen descanso es lograr que el dormitorio sea armónico, ordenado, y no recargado. Debe ser cálido y acogedor sin perder su diafanidad y el espacio. Y además mantener un ambiente silencioso y funcional para el día a día. Otro de los requisitos es mantener una buena higiene para ello hay que evitar cortinajes pesados y diariamente ventilar bien la estancia.
UN EQUIPO PERFECTO: Una cama perfecta
Además del cuidado del entorno, es fundamental adoptar otro tipo de medidas (esencialmente sobre la cama) tales como: la firmeza de la cama, la ropa de cama y el colchón.
Firmeza de la cama
Es fundamental que el conjunto de descanso y todos los elementos que lo componen, presente la firmeza necesaria para que nuestra columna vertebral no se vea afectada. Es conveniente dejarse aconsejar por un experto que nos ayude a elegir aquello que más se adapte a nuestra anatomía:
- El colchón tiene que adaptarse a la presión del cuerpo, oponiendo la resistencia justa dependiendo de las características de cada persona.
- La base sobre la que apoyamos el colchón ha de complementar al colchón ofreciendo mayor firmeza o confortabilidad en función de las necesidades de cada uno.
- La almohada debe evitar que la cabeza quede hacia atrás, de manera que sus dimensiones tendrían que ser elegidas y dispuestas de acuerdo con la medida de nuestro cuello y la anchura de nuestros hombros.
La ropa de la cama
La ropa de cama debe ser, de igual modo, práctica y confortable. La calidez, la comodidad y el confort son tres conceptos que han de estar presentes en nuestra elección del edredón, las sábanas, el protector del colchón… El algodón, la lana o el lino son algunos de los materiales idóneos para optimizar el descanso. Pues absorben la humedad, permiten la circulación del aire y ofrecen la temperatura perfecta durante el sueño, entre otros.
El colchón
Se recomienda cambiar de colchón, como máximo, cada diez años. En la actualidad, se calcula que la mayoría de los españoles no tiene en cuenta esta norma y cambia de colchón únicamente cuando aquel está completamente deteriorado. El intervalo de tiempo que transcurre entre el principio de envejecimiento del colchón y su deterioro absoluto constituye, sin embargo, un lapso delicado y peligroso para la salud de nuestra espalda.