Conocedores de su gran potencial estético y funcional, los propietarios de esta pequeña casa belga apostaron en su reforma por la calidad de Neolith, con una Piedra Sinterizada natural con apenas porosidad, resistente al desgaste, ligera y fácil de instalar. Que el buen perfume viene en frasco pequeño es un refrán que se refleja a la perfección en la City House, una vivienda de dimensiones reducidas a las que Neolith pudo sacarles el máximo partido. Así, situada en la frenética plaza Flagey, en Bruselas, sus propietarios quisieron transformarla radicalmente, confiando el reto al diseñador de interiores Michel Penneman, con quien decidieron revestir la casa con la Piedra Sinterizada Neolith. Y es que, increíblemente fácil de mantener, este revolucionario material no es frágil ni cambia de color con los años, como la piedra o el mármol natural, por lo que garantizaba a la pareja que su hogar mantuviese intacto su nuevo aspecto a lo largo del tiempo.
Juego de contrastes
Después de abrir una claraboya en la cocina y de eliminar las paredes que dividían la casa en espacios pequeños, la vivienda se llenó de luz natural. A partir de aquí, Michel jugó con la paleta de colores Neolith para vestir cada zona en función de su uso y del estado de ánimo que se aúna en cada una de ellas, optando por tonos neutros y limpios en las estancias donde se vive y se descansa más. Se seleccionó una paleta de blancos, grises y negros para dotar de serenidad a la casa, reservando los tonos vivos y llamativos para el mobiliario y los detalles decorativos. Así pues, el impecable Arctic White Silk y el cálido Phedra Satin ganan protagonismo en la City House, tanto en las escaleras como en el suelo y las paredes, otorgando una sensación de amplitud visual al reflejar la luz en estancias que parecen mucho más espaciosas. En la cocina, el Estatuario Silk dibuja caprichoso sus vetas en la isla central y el salpicadero, uniéndose al sutil Blanco Carrara del cuarto de baño y a la modernidad del Beton Silk del cuarto de la colada. Con todo, en las zonas de estar predominan los colores discretos, aunque Michel no quiso renunciar a las tonalidades más oscuras en las estancias menos frecuentadas, para crear entornos con un ambiente especial. El aseo con ducha de la tercera planta es un ejemplo de ello, con un oscuro Nero Marquina interrumpido por sus características vetas blancas. En el dormitorio, por su parte, una oscura pared de Krater se abre paso entre las otras de Arctic White Silk, dando una sensación de profundidad de lo más intensa que no hace más que demostrar el sinfín de posibilidades que ofrecen los revestimientos Neolith.