Si te gusta invitar a tus amigos a casa, aquí encontrarás una propuesta sencilla pero muy elegante que les sorprenderá. Te ayudamos a vestir la mesa con encanto, y lo hacemos combinando piezas antiguas y de diseño, la tendencia de moda.
Primero de todo debes tener en cuenta que el acto de vestir la mesa, incluso cuando los invitados son tus amigos, requiere de ciertas normas protocolarias. Piensa en disponer de cierta antelación para controlar que todo lo que necesitas está en perfectas condiciones. Tras comprobar que la mesa calza bien, procura dejar una distancia de 50-60 cm entre comensales y ten en cuenta el inconveniente de las patas.
En cuanto al mantel, uno de los protagonistas de la mesa, para una comida informal se recomienda que sea corto o medio y en un color liso crudo o blanco con el fin de realzar el resto de piezas que suelen destacar por sus alegres colores, siempre respetando cierta armonía. Las servilletas, de tela y no necesariamente del mismo color que el mantel, se colocan al lado derecho del plato dobladas de forma sencilla, con un toque divertido.
Otro consejo básico es poner sólo los cubiertos y la cristalería que se vayan a utilizar, nunca de más. Piensa, sobre todo, en montar una mesa práctica, funcional. Puedes permitirte el atrevimiento de elegir una vajilla adornada con motivos de animales, flores, etc. y el detalle de colocar un bajo plato liso en un color que combine con ésta. La cristalería, frente al plato, resulta ideal que mezcle vasos de líneas simples con copas bellamente talladas mostrando ese toque ecléctico, mezcla de lo clásico y moderno. La guinda de la mesa la aportan los centros de flores naturales, que adornen sin molestar, dando rienda suelta a tu creatividad como anfitriona.
Ahora sí, con las normas básicas aprendidas, vamos a descubrir la mejor inspiración.