Metidos ya de pleno en el otoño y con la llegada del invierno cada vez más cerca, es el momento de tomar una decisión que afectará no solo al bienestar de nuestro descanso, sino también a nuestra comodidad: ¿Qué es mejor: un edredón o una funda nórdica para resguardarnos de las noches frías de esta época del año? Pues bien, antes de aventurarse a comprar cualquiera de estos elementos textiles para el invierno, es importante tener en cuenta las diferencias entre ellos, para ver qué opción es la que más nos conviene, con conocimiento de causa y sabiendo qué ventajas aporta cada uno de ellos.
Diferencia entre edredón y nórdico
Sin lugar a dudas, el edredón es el elemento de ropa de cama más popular en España para abrigarse en las noches de invierno. Identificarlo es sencillo: consiste en una única prenda de abrigo con un poco de grosor que complementa las sábanas para poder dar más calor. Generalmente, está hecho a base de poliéster, plumas, lana, o plumón y es su espesor determinará el nivel de aislamiento del frío. La principal ventaja del edredón es la comodidad, ya que al ser de una sola pieza ancha ahorramos tiempo haciendo la cama sin complicarnos con sábanas, mantas, colchas y demás, basta con estirar un poco para que la cama esté perfecta. Por no hablar de su durabilidad de muchos años si se cuida bien, además de tener opciones para todos los bolsillos
A diferencia del tradicional edredón, las fundas nórdicas se han empezado a popularizar en nuestro país estos últimos años, cuando el estilo nórdico en la decoración cogió gran fuerza e importancia en todo el mundo. Desde entonces, este elemento textil ha ganado mucha fuerza a la hora de vestir la cama en invierno. ¿Cómo podemos identificar una funda nórdica? Muy sencillo: se compone generalmente por el relleno (que es el que abriga) y la funda de tela (que es la que protege el relleno), incluso la mayoría de las veces se venden con sábanas y fundas de almohada a juego.
Normalmente, las fundas nórdicas son mucho más ligeras que los edredones y además transpiran mejor, un hecho que hace que cada vez sean más las personas que se decantan por ellas, ya que a veces cuando la calefacción está puesta estos tejidos pueden provocar sudores. Pero no solo eso, las fundas también permiten cambiar la decoración fácilmente, así como darle la vuelta al estilo del dormitorio, ya que pueden ser lisas, a rayas o con cualquier tipo de estampado.
Ahora que ya sabes la diferencia, deberás elegir entre ambas opciones: una prenda independiente que sirve como abrigo complementario a las mantas y sábanas (edredón), o una prenda que recubre el relleno nórdico y que puede cambiarse según la época del año y la temperatura (funda nórdica).
Funda nórdica lino lavado de Zara Home
Cómo elegir el nórdico
Si tenemos en cuenta la esperanza de vida actual y que los expertos aconsejan dormir una media de 8 horas al día, eso supone, a grandes rasgos, que nos pasamos entre 20 y 25 años durmiendo, lo cual equivale, nada más y nada menos, que a una tercera parte de nuestras vidas. Esto pone de relieve la importancia de la cultura del descanso, ya que a menudo se suelen escatimar tiempo, esfuerzos y dinero en la compra de productos como este, cuando en realidad tienen una importancia mucho mayor de la que nos imaginamos.
A la hora de elegir el relleno nórdico que mejor se adapta a nuestras necesidades, es importante que tengamos en cuenta algunos factores decisivos: