Las pinceladas irregulares y los acabados brillantes son valores característicos de las cerámicas artesanales, signos diferenciadores que los convierten en piezas únicas. Tradición que persiste al paso del tiempo adquiriendo un valor incalculable y que Marazzi ha sabido interpretar en clave contemporánea en una colección que bebe de la artesanía imperfecta y cálida.
La colección Crogiolo recoge una serie de azulejos y gres capaces de adaptarse a cualquier estancia sean cuales sean las necesidades aportando una imagen y estética cuidada. A través de la tecnología industrial logra reproducir la estética y las sensaciones de las baldosas hechas a mano, apostando por gradaciones cromáticas para crear tonalidades intensas y cambiantes.
Esta serie de cerámicas recibe su nombre del edificio industrial donde nació la firma italiana. Un espacio, en los años 30, entre la vía del tren y el canal de Módena, y el lugar donde, en los años 80, se crea el laboratorio de investigación Il Crogiolo en el que arquitectos, diseñadores y artistas experimentaron con el producto cerámico, fuente de inspiración para Marazzi.
Rice es uno de los ocho, y más recientes, modelos que dan vida a esta colección -junto a Lume, Zellige, Scenario, D_Segni Blend, D_ Segni Scaglie, D_ Segni Colore y D_ Segni- disponible en tres formatos modulares -15x15,5x15 y 7,5x20 cm-. En tonos neutros, se combina con motivos naturales azulados y sus bordes, especialmente rectos, permite una colocación sin juntas, dando vida a múltiples composiciones con un carácter único.