Si bien las vigas se consideraban elementos propios de espacios industriales y las de madera se asociaban tradicionalmente a casas de campo, de montaña y decoraciones rústicas, en la actualidad están presentes en pisos urbanos y casas contemporáneas porque encajan en todo tipo de escenarios y estilos y resultan sumamente decorativas. No hay duda de que aportan un valor añadido y singularizan los ambientes.
Tanto es así que, si no están presentes en el inmueble original, en ocasiones se incorporan para completar el proyecto de interiorismo y aportar carácter a la decoración, tanto en espacios de interior como en exterior.
Piso en el centro de Alicante diseñado por Volta_. Foto: Agustín David
Si apuestas por vigas de madera, las puedes elegir nuevas, pero también puedes encontrar vigas recuperadas de antiguas edificaciones en empresas de derribo y tiendas especializadas. Ten en cuenta que necesitarán un tratamiento especial para prevenir carcoma o termitas y un mantenimiento periódico.
Loft en malasaña diseñado por RQH Studio
También se comercializan vigas que imitan la madera o el hierro cuya única función es meramente decorativa y resultan más económicas. Se trata de las vigas de poliuretano de alta densidad: un material ligero y fácil de instalar que, además, soporta muy bien los cambios de temperatura y la humedad y no necesita mantenimiento. Se encuentran en diferentes acabados y también se pueden pintar. Otra de sus ventajas es que, al estar huecas, permiten ocultar cables y tubos de canalizaciones.
Como ves, las opciones para incorporarlas a la decoración son muy variadas. Hemos seleccionado una serie de ambientes de diferentes estilos en los que las vigas son un elemento decorativo que destaca para que te sirvan de inspiración.
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