Pon un cactus en tu vida

Decorar con cactus tiene una doble particularidad porque puedes hacerlo con plantas naturales y también con objetos y complementos con diseños de cactus. ¡Y cuidado porque son adictivos!

Decorar con cactus 1
Decorar con cactus 1

Cada vez más amantes de la decoración se suman al gusto -y también tendencia- de poner uno o varios cactus en lugares y rincones de la casa. Esta planta de apariencia ‘poco agraciada’ por sus pinchos (aunque están las versiones más crasas y ‘agradables’) resulta que, por otro lado, es sumamente agradecida, ya que no necesita grandes cuidados y su característico color verde parece siempre mantenerse impoluto. Por todo ello se considera una planta con un alto valor decorativo que, además, da mucho juego por la amplia variedad de especies, y por las diferentes composiciones que puedes llegar a crear.

Cualquier lugar de la casa es susceptible de colocar uno o varios cactus jugando con sus tamaños y formas y, sobre todo, con la infinita diversidad de macetas y recipientes bonitos que existen. Puedes elegirlos de acuerdo al estilo decorativo del espacio o dependiendo de donde vas a poner la planta. Quedan ideales como centros de mesa, en una esquina del salón, en una estantería de la cocina o en el suelo del recibidor. También puedes crear un precioso terrario y no te olvides que también son aptas para estar en el exterior, ya que soportan perfectamente las inclemencias del tiempo.

Infinitos diseños
Pero el poder decorativo del cactus va más allá de su naturaleza como ser vivo, ya que pasa de planta a elemento de diseño. ¿Cómo? Con las diferentes aplicaciones que tiene sobre los más diversos materiales: papel, tejidos, metales, cerámica, etc.

En este caso, cuando ya hablamos de accesorios decorativos, la principal premisa a seguir es la de no abusar de este diseño por mucho que te guste. Puede ser suficiente algunos cojines en el sofá, una funda nórdica para el dormitorio, unos vinilos en el pasillo, una alfombra en el cuarto infantil o unas figuras en el despacho.

Quien lo iba a decir de esta planta de la familia de las cactáceas (este es su nombre científico), cuyo origen data de 30 ó 40 millones de años atrás, iba a resultar un elemento doméstico decorativo tan admirado y que sume tantos cactusmaníacos, cuando la imagen que todos tenemos  es de ver a los cactus perdidos y abandonados a su suerte en mitad del desierto en numerosas películas.

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Sobre el autor

Raquel Redondo

Periodista redactora especializada en interiorismo residencial y contract. 

 

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