Para los amantes del zen, de la decoración tenue y sosegada, esa en la que no penetra el ritmo acelerado de la ciudad, es hora de hacer hueco a las fuentes de interior. Un elemento decorativo tipo zen que nos invita a crear un hogar marcado por la calma y la serenidad. No solo eso, sino que las fuentes de interior son ideales para crear un rincón decorativo en el que meditar o simplemente relajarse. ¿Te animas?
Contemplar, sanar, escuchar como el agua cae de una parte de la fuente a la otra... son muchas las ventajas que pueden aportar en tu día a día las fuentes de interior. Sobre todo y más importante, el contacto directo con la naturaleza y el sentir. Además, como ya explicamos en nuestro artículo sobre cómo crear tu propio jardín zen, si hay una tradición que nos desvela el placer por las pequeñas cosas esa es la japonesa con su filosofía del zen y el budismo.
Aprovecha ese momento en el que, después de finalizar una dura jornada laboral, puedes sentarte en tu rincón, cerca de una de estas fuentes y simplemente respirar tranquilo. Por suerte, existen muchos tipos de fuentes de interior y de muchos tamaños. Hay diseños que pueden servirte para ubicarlas en una mesa por su tamaño pequeño. Luego otras, de tamaño medio, pueden colocarse en el recibidor. Incluso las más grandes pueden servirte para decorar rincones o vestir tu propio jardín.
El objetivo es que, más allá de ese diseño zen que aportará sofisticación y calma a tu hogar, escuches el agua relajante y te envuelvas en su sonido hasta alcanzar un grado de conexión importante que te permita olvidar ciertas normas y obligaciones del día a día.
Ahora, si buscas una fuente tipo zen para tu hogar, te mostramos esta selección de fuentes de diferentes tamaños y diseños para que elijas la que mejor vaya contigo y con tu decoración.