Sábanas y fundas que visten tu cama con sabor (y color) a verano

Ropa de cama en tejidos naturales, que no dan calor y transpiran, en blancos o beis o luciendo un aire tropical en verdes y rosas, con motivos florales que evocan jardines o a rayas azules y blancas con aire marinero. Opciones ligeras y fresquitas para todos los gustos.

ropa cama verano 1a
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El verano invita a una decoración de interiores ligera y relajada y a una ropa de cama que sepa a buen tiempo durante el día y que proporcione un sueño reparador y fresco durante la noche. Para lograrlo, tejidos naturales y colores y motivos veraniegos. Así, fundas y sábanas se alían con el algodón y el lino -cada vez más presente en los textiles del hogar-, materiales termorreguladores que no dan calor, transpiran y absorben la humedad. Como la ropa de cama Mango Casa. 100% lino, con fibras procedentes de procesos de producción sostenible, logrando un conjunto agradable y confortable, que cuida el medioambiente.

La paleta cromática se vuelve más alegre en esta época del año. De esta manera, junto al incuestionable blanco y sus variedades, 'toman' el dormitorio algunos de los tonos clásicos de esta temporada, como el azul o el verde. y otros tan apetecibles como amarillos y rosas. ¿Los estampados? Aunque los diseños lisos siempre son un buen comodín 'deco', el buen tiempo invita a ser más atrevida con llamativos estampados florales o tan clásicos como las rayas marineras.

Cuando vayas a elegir tu ropa de cama recuerda que durante el verano cambias más las sábanas -al menos cada tres días-, por lo que es conveniente que tengas un par de juegos distintos, que te permitan vestir la cama según tu estado de ánimo o el tiempo, porque no es lo mismo ver lucir el sol que ‘sufrir’ una lluvia intermitente. Así que pasa semanalmente de un look campestre, a uno en modo ‘slow’, ‘boho chic’… Pero, ante todo, sé práctica y selecciona un modelo que no tengas que planchar.

Sobre el autor

Lola Marquez

Periodista

Llegué al mundo de la decoración y el diseño de casualidad y me quedé para siempre. Y, a pesar de que han transcurrido muchos, muchos años (como en los cuentos), sigo viendo, leyendo y, por supuesto, escribiendo con la misma ilusión y las mismas ganas. He tenido etapas, como todas, he cambiado de estilo y he sustituido en mi corazón ‘deco’ los suelos de madera por el papel pintado, aunque sigo guardando un lugar especial para un buen sofá: será cosa de la horizontalidad. También he comprobado que el amor verdadero por la decoración se pega y se transmite de generación en generación. Para comprobarlo, basta con ver las habitaciones de mis hijas y recordar el recibidor de mi infancia.

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