Sesión de colorterapia para tu minipiso o apartamento. Los metros son los que son, a pesar de todos los trucos que te vamos contando sobre cómo sacarle el máximo provecho a una cocina pequeña o los trucos para que tu dormitorio parezca más grande; también el baño, habitualmente suele ser bastante reducido en cualquier casa. Además de todos estos consejos, el color es un factor importante para ganar luminosidad o sensación de amplitud. No solo los blancos y neutros son para tu piso pequeño. ¡Vivan los colores! Vamos a repasar los 10 imprescindibles en esta miniguía de trucos cromáticos en la que empezamos por los blancos pero terminamos con otros que nunca creerías que podrías usar.
Y antes de empezar, lo más importante, la clave para acertar en el uso del color está en respetar la regla 60/30/10. Elige un color predominante, que llenará el 60% del espacio. El resto de la decoración irá en la proporción de 30% y 10% con dos colores.
La base puede ser más neutra (que no aburrida) y usar el color para levantar el conjunto. Si aun así, porque tu casa es pequeña, pero muy luminosa, quieres paredes más subidas de todo y que predominen al 60%, entonces el 30% y el 10% restantes deben ser tonalidades suaves.
10 ideas para dar color
1. La base mayoritaria que elijas servirá de color unión en todas las habitaciones. Nada de coger un color para cada estancia. El equilibrio es importante, se tiene que crear una unidad y luego toques diferenciadores
2. Pon color en una sola pared, no en todas. Con pintura, con papel pintado o con motivos realizados con pintura.
3. Pinta los frentes de los armarios. Este truco es bueno para animar una habitación y actualizar la imagen de esas puertas que no te gustan nada.
4. ¡Las sillas! Poner cada silla de un modelo y color es un truco deco de estilista muy resultón.
Ikea
5. Sobre una base neutra, deja que un mueble se convierta en protagonista. Un armario, el aparador, la alacena, una mesa…
6. Funciona pintar los estantes, baldas o la librería entera en el mismo tono que la pared. Fusionas elementos.
Ikea
7. Coordina un tono usado en la pared con un mueble o complemento llamativo. Creas unidad y equilibrio y pones color en la dosis justa
8. Usa el color para enmarcar un elemento arquitectónico o un mueble. Por ejemplo, con una franja detrás de la chimenea o del aparador del comedor.
9. Dale a la carpintería. Pinta las puertas, los marcos de las mismas, las contraventanas si son de madera…
10. Y pon también alegría en los radiadores. Con color, ya no pasan inadvertidos. Sobre todo, merece la pena darles ese protagonismo a los diseños antiguos en hierro.
Los 10 colores aptos para pisos pequeños
1. Blancos. Blancos hay muchos y todos potencian la luminosidad. Es el mejor color para reflejar la luz. Y cuanta más luz, más sensación de amplitud. ¡Ah! Olvida eso de que el blanco es frío.
2. La gama de los tierra. Suaves, elegantes y muy confortables a la vista. Con ellos se consigue calidez en los espacios. Deben tirar a marrones y nunca a amarillentos. Los vainilla ya no son una opción.
3. Grises, camaleónicos. Los suaves también aportan color sin apagar el espacio. Son actuales. Los más intensos ponen contraste y consiguen estéticas muy contemporáneas.
4. Amarillos. El color del sol y de la luz. Cálido. Nada tiene que ver este amarillo con las versiones pastel que se llevaron hace años. Ahora gana en fuerza. Es perfecto para una pared, combinado con gris, por ejemplo, es muy elegante.
5. Azul, más petróleo y Klein. No tanto el azul claro, muy de habitación infantil, sino las versiones con potencia. Sí, idóneas para una o dos paredes, resaltar una estructura, las puertas, una columna…
6. Verde. Fresco y natural. La mente se traslada a una selva amazónica o a una pradera en verde hierba. Eso conseguirás en tu casa si lo usas. Frescura con las tonalidades más claras, incluso las ácidas, y sobriedad con las más oscuras, como el verde botella, no tan recomendables en pisos mini. Las gamas de los verdes claros, los ácidos (tan divertidos y luminosos) y los medios son las apropiadas. Y si los incorporas en un papel de motivos vegetales, estarás creando sensación de profundidad y apertura, perfecta para tu minidormitorio.
Bolig Pluss Ann Helen Lund
7. Rosa. Palo, pero también en versiones más fuertes. El rosa ya no es solo para crear espacios femeninos y románticos, que también. Sino para aportar luz e intensidad a un espacio. Para poner la nota en chicle más pop. Según la tonalidad el efecto es diferente, pero adecuado y nada ñoño.
8. Morado. En las versiones soft o morado empolvado acertarás. Tiene intensidad pero no es oscuro. No apaga una estancia sino que aporta dulzura, también elegancia. Es un color poco usado y sin embargo muy acertado para crear ambientes equilibrados y sosegados. Combina muy bien con los grises claros y con los arenas suaves. Y les da esa calidez y actualidad que necesitan
9. Y si quieres demostrar que sigues la tendencia… ¡Ultraviolet! El color del año según Pantone. Y no es morado. Es ultravioleta. También hay un hueco para el color de moda. ¿Estás en la onda? Pues pon unos cojines o una silla. Sencillas notas en este caso porque es un tono con mucha fuerza y oscuro para pisos pequeños. Pero en la dosis justa es perfectamente recomendable.
10. Negro. Hay que usarlo con medida también. Pero el negro es el color de la elegancia. Debe aparecer en notas puntuales. Sobre una base en blanco, el resultado es impactante y muy actual. Combinado con madera, gana calidez.