La aparición de humedades suele ser una mala señal, y lo que es peor: a primera vista es difícil conocer la magnitud de su afectación. Lo ideal es intervenir sobre ellas con la mayor rapidez posible, no sólo porque la intromisión de agua en el interior del edificio perjudica negativamente al rendimiento energético de la vivienda y al bienestar de sus habitantes, sino también porque puede desencadenar otros problemas mucho más graves.
El mejor sistema para solucionar un problema de humedades es descubrir cuál es su origen. La siguiente guía está pensada para explicar de manera muy resumida cómo identificar y abordar los distintos tipos de humedades más frecuentes, aunque evidentemente la solución más adecuada pasa por solicitar los servicios de un profesional cualificado.