Subestimado, ninguneado, incluso, considerado como un espacio menor, el recibidor tiene mucho que aportar y que decir en la decoración de interiores y en la rutina familiar. Es la primera impresión que tienen tus visitas al abrir la puerta y la frontera entre la calle y tu hogar, donde, además de dejar el abrigo, el bolso y los zapatos, aparcas el estrés del día. Por eso, no solo debe ser bonito, sino también muy práctico, adaptándose a tu estilo de vida: niños, escasez de armarios, costumbre de descalzarse… Para que sea capaz de proporcionarte la mejor bienvenida, aquella que te dice que estás en casa, es preciso equiparlo (y decorarlo) adecuadamente.
Entre el equipamiento mínimo que debe tener, se encuentra un zapatero y un perchero. Después, puedes ir añadiendo elementos (un paragüero, un armario, una consola, una silla…), según los metros disponibles y tus necesidades. Sin olvidar, el toque deco con jarrones con flores, un cuadro, un vaciabolsillos o un espejo. Estos 10 recibidores pueden darte alguna pista.