Existen muchos motivos por los que puedes estar pensando en cambiar o pintar por primera vez la pared de alguna de las estancias de tu hogar: una reforma, darle un nuevo estilo, cambio de mobiliario, intentar sanear la habitación o inlcuso para añadir un color en tendencia a tu casa.
Cualquiera de estas opciones son la oportunidad perfecta para hacerlo, y, de hecho, muchos profesionales aconsejan pintar las paredes de nuestro hogar cada dos o tres años por una cuestión de higiene. Pero si tienes en mente alejarte de los tonos neutros (blanco, grises, baige,…) y arriesgarte con algún color más distintivo, ¡ten cuidado! No querrás estar dos años esperando a poder tapar el desastre.
Los colores vivos tienen muchos beneficios evidentes y, además, llevan siendo tendencia algunos años. Sin embargo, es importante tener en cuenta factores como el mobiliario, la cantidad de tiempo que pasarás en esa estancia, la luz o la flexibilidad que te dará ese color. Estudio Crisadi, especialistas en arquitectura y diseño de interiores, nos presentan hoy los pros y los contras de pintar las paredes de color.
Pros y contras de añadir color a tus paredes
