Hemos leído en algún sitio una comparativa interesante: “Si la casa fuera una oficina, la cocina sería el despacho del jefe”. Aunque pensándolo mejor, quizás sería la sala de reuniones, donde el jefe, con el resto de personas de confianza, toma las mejores decisiones para la empresa, en este caso, la familia.
Y es que en la cocina se habla, se cuece, se escucha, se hacen los deberes, se bebe, se lee…, es decir, se combinan los mejores ingredientes para que el trabajo y el resultado sea deliciosamente perfecto.
Fotografía: Urban Grace Interiors
No solo las cocinas vintage presumen de encanto. Y es que esta característica viene marcada, más que por un estilo decorativo concreto, por unas sensaciones personales, las de quienes la utilizan y hacen de la cocina su lugar preferido para muchos momentos del día.
Es por ello que te damos 10 claves que puedes aplicar en tu cocina para conseguir que tenga “ese algo” que la hace especial.
1. Llena la cocina de vida
Independientemente del estilo que elijas para la cocina, haz que se note que se utiliza, que se vive, que se disfruta. No importa su tamaño ni su distribución, equípala con detalles y objetos que te sirvan, te gusten y te aporten algo personal.
Fotografía: Ikea
2. Un espacio familiar
Sentarse alrededor de la mesa es ya quizás de los pocos momentos del día donde toda la familia se reúne al completo. La parte del office es muy importante, así que, por poco que se pueda, hay que “rascar” algún hueco para poner una mesa –aunque sea tipo barra–. Las sillas, si falta espacio, siempre pueden ser plegables o apilarse.
Fotografía: Delikatissen
3. Asiento para todos
Aquí puedes darle un toque original, aunque va a depender del tipo de office. Puedes combinar sillas a un lado y bancos al otro. O cada silla de un color. O sillas de materiales y formas diferentes. O taburetes si se trata de una barra. Pero no olvides, ante todo, la comodidad.
Fotografía: Decorando y renovando
4. Islas versátiles
Siempre que tengas espacio, una isla de cocina es un punto de reunión más, no solo ganarás superficie extra de trabajo para cuando sea necesario, sino que será más fácil cocinar en equipo. E incluso algunas islas son tan versátiles que incluyen la zona de office. Y también ruedas, para que la puedas desplazar si se hace necesario.
Fotografía Vintage & Chic
5. Paredes al gusto
Puedes hacerlo con papel pintado lavable, con colores originales –siempre pinturas lavables– o rescatando una pared de ladrillo original. Y no te olvides de decorarlas con cuadros, láminas, vinilos o fotografías personales. Pintar una única pared es otra de las opciones y una propuesta recurrente y que siempre gusta es la pared de pizarra, donde grandes y pequeños disfrutan anotando sus cosas.
Fotografía: House & Home por ©Ashley Tonner
6. Un rincón personal
Escoge un rincón de la cocina y dale tu toque personal, ya sea práctico o decorativo, o las dos cosas, pero que denote tus gustos. Puede ser con unas plantas, unas velas, un colgador original, un reloj antiguo... ¡Acaparará todo el protagonismo!
Fotografía: My Scandinavian Home
7. Viste la cocina
Como sucede en cualquier estancia de la casa, la cocina no iba a ser menos en su necesidad de vestirse de buen gusto. Ya sabes, trapos de cocina, manteles o individuales, cortinas, cojines e incluso alguna alfombra.
Fotografía: Domino por ©Brittany Ambridge
8. Acierta con la iluminación
Intenta que entre la máxima luz del exterior. En cuanto a la artificial, además de la iluminación general, busca puntos de luz puntual para determinadas zonas de la cocina con el fin de hacerla más acogedora.
Fotografía: Fusion D
9. Elige tu estilo decorativo
Depende del estilo que más te guste, deberás elegir el mobiliario y, en general, el conjunto de complementos. Lo importante es combinarlos correctamente, de ahí que es recomendable buscar alguna pieza o un color que destaque y haga de hilo conductor, pero siempre dando prioridad a la funcionalidad y al espacio.
Fotografía: Ideal Home
10. Los detalles no fallan
No creas que no tienen importancia los pequeños detalles, aunque se trate de la cocina, porque hay vida más allá de lo que se cuece en los fogones. Un cuadro, una silla, un electrodoméstico, unos cubiertos, una figura… Todo, cualquier mínimo detalle, sirve para aportarle a tu cocina ese encanto que se merece.
Fotografía: Appartment Therapy por ©Rebecca Bond